En Tucumán surgió el argumento científico de por qué las Malvinas son Argentinas

El investigador Florencio Aceñolaza -entrerriano de origen, tucumano por adopción- estudió la geología de la plataforma submarina del país y las aguas del mar argentino, y su informe fue analizado por la ONU.

GEÓLOGO. En Tucumán, el investigador Florencio Aceñolaza consolidó el argumento científico de por qué las Malvinas son Argentinas. GEÓLOGO. En Tucumán, el investigador Florencio Aceñolaza consolidó el argumento científico de por qué las Malvinas son Argentinas. IMAGEN TOMADA DEL SITIO DEL CONICET NOA-SUR (NOASUR.CONICET.GOV.AR).
01 Abril 2022

Hace más de 300 años que la ocupación extranjera se posa sobre el territorio de las islas Malvinas -ubicadas a unos 600 kilómetros de la costa patagónica-; y los conflictos por la soberanía perduran hasta nuestros días.

A 40 años de la guerra de 1982, la demostración geológica de que forman parte de nuestra plataforma continental resulta fundamental. Y esta se debe a un científico tucumano “por decisión”, debido a que nació en Entre Ríos: Florencio Aceñolaza, reconocido investigador con una importante carrera en el Conicet.

En Tucumán y en el país Aceñolaza es considerado un referente, porque se dedicó a estudiar durante más de cuatro décadas las características de la plataforma marina, lo que le permitió instalar el principal argumento de reclamación.

Aceñolaza comenzó a gestar sus posteriores investigaciones a partir de reflexiones que le surgían mientras daba clases, como docente de la cátedra de Geología Argentina de la carrera de Geología en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Pensaba  sobre las potencialidades del argumento geológico para abordar la cuestión de soberanía sobre el sector marítimo argentino. Y en ese momento, más de 40 años atrás, había advertido dos cuestiones: que en textos sobre temática los fundamentos se destacaban más por razones históricas o jurídicas que por el conocimiento de la plataforma continental, y que su campo de estudio le daba una justificación sólida con base científica.

“Para llevar adelante una descripción de lo que son la plataforma continental argentina, las islas australes y la Antártida Argentina se deben tener en cuenta dos dimensiones: la composición física y la incidencia política que estos territorios tienen para sostener nuestras pretensiones soberanas”, dice Aceñolaza, en una nota publicada en el sitio del Conicet.

Precisa que cuando se aborda la cuestión de la plataforma marina hay un punto en común: lo que se diga está directa o indirectamente relacionado con la Geología, ya que resulta necesario diferenciar hasta dónde se extienden las rocas que forman el continente y dónde empiezan las de los fondos oceánicos.

En efecto, el sustento estriba en que la plataforma continental submarina guarda con el continente una estrecha unidad morfológica y geológica, y las aguas que la cubren constituyen los mares epicontinentales.

Para obtener estos resultados, Aceñolaza realizó investigaciones y gestiones durante muchos años. En 1994, durante su mandato como diputado, presidió la Comisión de Relaciones Exteriores, en cuyo seno comenzaban a tratarse cuestiones relacionadas con aquellos países que disponían un frente marítimo con extensión aún indefinida. “Fue una feliz coincidencia, pues allí pude volcar mis conocimientos geológicos y mi visión profesional y política”, dice.

Todos estos argumentos que permiten inferir la legitimidad del reclamo de soberanía sobre las islas del Atlántico Sur fueron reunidos por Aceñolaza en el libro Geología como Construcción de Soberanía, editado en 2020.

Gracias a las gestiones de Aceñolaza tuvo fundamento el grueso de demandas realizadas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU): que se creara un organismo técnico que trabaje en la elaboración de documentos con detalles sobre la geología submarina, que sirvieran para dar una respuesta científica al tema. Por fin se llegó al dictado de la Ley Nº 24.815, que creó la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, con la colaboración de organismos nacionales -como el Conicet- e internacionales.

“Después de 20 años de trabajo, a principios de 2009 se finalizó el informe que fue presentado al secretario general de la ONU", cuenta. Agrega que fue fruto de un puntilloso estudio de la comisión Técnica Internacional que aprobó gran parte de lo presentado, y que dejó en suspenso puntos por discutir con los británicos para ser acordados entre ambos países.

Tal informe aborda aspectos históricos-jurídicos sobre el mar Argentino, seguido por otro que toma en cuenta los antecedentes desarrollados por nuestro país. Luego trata los fundamentos geográficos y geológicos sobre la extensión de la plataforma continental y finaliza con una descripción de las actividades que se llevaron a cabo para la presentación ante la ONU.

Recientemente la comisión Internacional para el Derecho del Mar de la ONU dictaminó sobre la presentación realizada por nuestro país y admitió la extensión de la plataforma continental en el frente marítimo, conforme a las normas establecidas por esa organización.

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