Curiosidades del tercer censo nacional en Tucumán

ESTUDIANTES. Estos universitarios de 1914 habrán sido censados y hasta pudieron ser censistas en el ámbito de la capital tucumana.  ESTUDIANTES. Estos universitarios de 1914 habrán sido censados y hasta pudieron ser censistas en el ámbito de la capital tucumana.

Los argentinos nos encontramos expectantes ante el hecho que se está desarrollando el undécimo censo de nuestra historia y que datos aportará sobre nosotros como población, educación, hábitat y demás información obtenida por los censistas. En esta ocasión la novedad está dada por la posibilidad de realizar el censo en forma digital con lo cual muchos, se habla de más de un 25%, presentarán al empleado un código que remitirá al correspondiente formulario completado. Sin embargo en esta ocasión vamos a remontarnos a 1914 cuando se llevó a cabo el tercer censo nacional y el primero que fue cubierto por nuestro diario, ya que los dos anteriores fueron realizados en 1869 (el primero) y en 1895.

Junio de 1914

El tercer censo se llevó a cabo el día primero de junio de 1914, cabe destacar que aún no se había iniciado la Primera Guerra Mundial, y tuvo algunas peculiaridades. El responsable tucumano de la encuesta fue Luis Poviña, quien tenía el título de comisario del censo, quien tras la jornada de trabajo se reunió con su equipo para evaluar lo realizado. En la sede de Mendoza 345, Poviña le explicó a nuestro diario las dificultades que la comisión había tenido para llevar a adelante el trabajo. De acuerdo a su informe: “no se encontró en los radios urbanos, que comprenden los municipios de la Capital, Monteros y Concepción, personas que se prestaren a desempeñar tan patriótica tarea sin ser remunerados”. Ante esta circunstancia Poviña solicitó a la comisión nacional que “los censistas percibieran un tanto por cada ficha, que en vez de diez centavos que se acuerda para fuera de los radios urbanos, se dieran cinco”. La respuesta fue negativa y el problema pasó a ser como se iba a ser la encuesta los ejidos municipales. La solución, de acuerdo al informe, vino de los estudiantes. El comisario destacó que “hubo que recurrir al elemento que está dispuesto siempre a las tareas patrióticas: la juventud. Son los alumnos del Colegio Nacional y de la escuela de Comercio, los que han tomado a su cargo la obra del censo en el radio urbano, comprendido para estos efectos, entre los bulevares Sarmiento, Avellaneda, Roca y Mitre”.

Los resultados arrojaron que la Argentina tenía una población de 7.885.237 habitantes, sin contar la población indígena –estimada en 18.425–, las personas no censadas por vivir en zonas alejadas –la mayor parte de Formosa, con una suma estimada de 20.000–, y las omisiones –unas 118.582–. Además, se registró la mayor proporción de población no nativa de la historia del país: el 29,9% de las personas habían nacido en el extranjero. También se determinó que más de 40.000 argentinos residían en los países vecinos y más de 10.000 fuera del continente. Tucumán computó 152.229 varones y 148.056 mujeres lo que representaba un total de 300.315 argentinos. El total de extranjeros llegaba a 32.618 de los cuales 22.567 eran varones y 10.051 mujeres.

Censos anteriores

En el censo de 1869 organizado bajo el gobierno de Faustino Sarmiento la población argentina alcanzaba a 1.877.490 habitantes. Los censistas contaron con una planilla extensa en la que anotaron los nombres y apellidos de cada una de las personas censadas y sus características sociodemográficas como ser: sexo, edad, estado civil, nacionalidad, provincia de nacimiento, profesión, oficio, ocupación o medio de vida, si sabe leer o escribir, y condiciones especiales de la población.

En el segundo realizado en 1895 se censaron 3.954.911 habitantes sin contar a la población de indios, estimada en 30.000 personas. La densidad de población pasó de 0,6 a 1,4 personas por kilómetro cuadrado. Por aquel entonces también se había masificado la inmigración europea: uno de cada cuatro habitantes era extranjero, mayoritariamente de origen italiano y español, y se registraron más varones extranjeros que nativos de entre 30 y 59 años.

Curiosidades tucumanas

Ahora podemos volver al relato de Poviña sobre nuestra provincia. Otra curiosidad ocurrió en Concepción. El informe del presidente de la comisión local daba cuenta que “la mayoría de los censistas eran empleados de comercio y que los patrones les prohibían asistir al desempeño de la misión conferida”. Debemos destacar que el día en que se realizó el censo era lunes. La respuesta del comisario no se hizo esperar y mediante telegrama informó que “tanto los empleados que no concurran a cumplir con su deber, como los patrones que obstaculizan a que lo cumplan, se hacían pasibles de penas”. Poco después la respuesta desde el sur decía que las tareas censales se estaban desarrollando “con total normalidad y sin dificultad”.

Por entonces se tildó como una picardía el hecho ocurrido en Las Talitas donde un grupo de 200 peones venidos desde Santiago del Estero ya habían sido censados por las autoridades del departamento Figueroa antes de iniciar su viaje a nuestra provincia. Según las autoridades tucumanas esta acción era nula y “se hizo con el interés de hacer aparecer a Santiago con mayor número de habitantes”.

Las quejas arreciaron sobre gente que no había sido censada y nuestro diario canalizó el tema. Otra de las quejas fue la falta de fichas suficientes y en otros casos se dejaron fichas en los domicilios pero no se habían pasado a retirar. Todo esto, cabe destacar, se informaba el 2 de junio quizás en los días subsiguiente de corrigieron. Por ello se anunciaba que aquello que no hubieran sido empadronados “quieran pasar por las oficinas del censo a reclamar sus boletas y brindar sus datos”.

Nuestras páginas siguieron este tema al indicar el día 3 que “puede afirmarse que el censo no ha terminado, pues ayer desfilaron por las oficinas de las comisarías una romería de personas que no habían sido empadronadas”. Como se ven lo anunciado por la prensa rindió sus frutos y la gente se acercó a brindar sus datos a la comisión. El censo no sólo incluía el tema poblacional sino también la actividad industrial, comercial y de servicios. En este tema se encontraron las fichas censales, que llegaron tarde, para el comercio, producción y edificación. “De tal suerte que si el censo de población llega a una cifra aproximada a la verdad, el de la riqueza del país será una verdadera mistificación”, señalaba nuestro cronista.

La división catastral para el censo también fue criticada. Ya que se consideraron tres centros urbano, la Capital, Monteros y Concepción. Y en cuanto a San Miguel se consideró solamente como centro urbano la parte comprendida por los avenida Roca, Sarmiento, Avellaneda y Mitre. Por ello quedaron muchas edificaciones de importancia como rurales, entre ellas la estación del Central Norte, el complejo del teatro San Martin, Hotel Savoy y Casino, la penitenciaría, cárcel de contraventores, cuerpo de bomberos, la estación del Provincial o la cervecería del Norte. La queja se hacía en el sentido de que esto reducía el nivel comercial y poblacional de la capital tucumana.

Los censistas de la capital fueron estudiantes secundarios. Empleados de comercio en Concepción

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