Rugby: la Naranja entra en calor

El combinado provincial tuvo su primera práctica después de tres años, con nuevo staff

PRIMEROS MOVIMIENTOS. La fluidez que mostraron los Naranjas en la primera sesión impresionó a los entrenadores. Además del amistoso contra Salta, se está gestionando otro con Córdoba para agosto. PRIMEROS MOVIMIENTOS. La fluidez que mostraron los Naranjas en la primera sesión impresionó a los entrenadores. Además del amistoso contra Salta, se está gestionando otro con Córdoba para agosto. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
31 Mayo 2022

A simple vista podía parecer un entrenamiento como cualquier otro, pero no lo era: se trataba de la reaparición de la Naranja, el gran símbolo del rugby tucumano, luego de tres años de ausencia. El seleccionado mayor había entrado en una pausa indefinida luego del amistoso con Paraguay (abril de 2019), pero la URT se propuso darle un espacio dentro del calendario 2022 como una forma de recuperar esa insignia y propulsar su reclamo a la UAR por el restablecimiento del Campeonato Argentino (desactivado desde 2017).

El regreso de la Naranja a la cancha será el sábado 18 en Salta, en un amistoso frente al combinado “mayuato”. Será el primero de una serie de compromisos que figuran en la agenda de este año para el seleccionado, algunos de los cuales están confirmados y otros en tratativas.

“Asistencia casi perfecta”, anunciaba entusiasmado el entrenador Oscar Prado al inicio de la gélida sesión inaugural del proceso en cancha de Natación. Efectivamente, solo hubo dos ausencias de la primera lista de 39 convocados, ambas con justificación (Tobías Ruffino y Carlos Cáceres).

“Es una lista abierta. Hay jugadores que no están ahora, pero que pueden estar”, aclaró Pablo Bascary, otro de los integrantes del nuevo staff, que se completa con Juan Pablo Lagarrigue.

Al momento de confeccionar la nómina, los entrenadores coincidieron en contar con jugadores de todos los clubes principales, no solo para equilibrar el “préstamo” de figuras mientras se disputa el Regional, sino también para que exista una motivación repartida.

“Hemos coincidido en la gran mayoría de los nombres al armarla. De todos modos, se puede modificar, no queremos trabajar con un plantel cerrado. Queremos que todos estén en el radar del seleccionado. Tiene que ser una linda zanahoria para los jugadores”, amplió Bascary.

Una de las bases de este nuevo proceso, aseguran, es la de tratar de rescatar el significado de vestir la camiseta naranja. “El rugby ha cambiado mucho, pero no debemos olvidar que a Tucumán se lo conocía en el mundo por el rugby. No por el limón ni por la caña de azúcar, por el rugby. De hecho, recuerdo que con Juan Pablo (Lagarrigue) fuimos a una gira por Sudáfrica en 2011 y lo primero que nos preguntaron fue por la pelea con los Springboks en el 92. Eso es la Naranja”, resume Prado.

“Desde que me llamaron, me sentí muy emocionado por volver. Estaba en la mesa familiar, saqué los recortes de cuando jugaba y se me piantó algún lagrimón”, cuenta Lagarrigue.

Dentro de la cancha, estará un ex compañero suyo en la conquista del Argentino 2010: Gabriel Ascárate. El centro de Natación, quien regresó hace unos días desde Portugal, no dudó en ponerse a disposición para el seleccionado. “Es un jugador clave para transmitir eso que buscamos. Es uno de los pocos que vivió los últimos títulos de la Naranja y sabe muy bien lo que significa ponerse esta camiseta. Por eso también lo llamamos a Carlos (Cáceres)”, comentó Prado.

El seleccionado volverá a entrenarse el próximo lunes, en Universitario.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios