Copa de Campeones Conmebol-UEFA: un equipo feliz que da placer

La Selección contagia optimismo

REVOLEADO POR LOS AIRES. Lionel Messi recibe el reconocimiento de sus compañeros al final del partido. REVOLEADO POR LOS AIRES. Lionel Messi recibe el reconocimiento de sus compañeros al final del partido. REUTERS

Esta Selección es un equipo feliz, que hace feliz a la gente. Paradoja: con su alegría (a no dudarlo) produce gestos adustos en los rivales. Da la sensación de estar conformada por un grupo de jugadores que, apenas termina un partido, ya empieza a extrañarse. Y que cuenta los días para volver a estar juntos.

Hay síntomas de felicidad por todos lados, en todos los jugadores. Y hay momentos que contagian optimismo pensando en la cita mundialista que comenzará para este equipo el martes 22 de noviembre ante Arabia Saudita.

Lionel Messi revoleado al aire por sus compañeros, después de haber sido puesto en el centro de un círculo a puro baile agita las emociones. Festejar un gol entre 10 integrantes del equipo no es de todos los días. Verlo correr por toda la cancha a Ángel Di María como lo hizo durante 80 minutos conmueve, sin olvidar que volvió a conseguir un gol de colección. Mirar cómo Cristian “Cuti” Romero se pone el cuchillo en los dientes para cortar ataques y apela a las sutilezas para generarlos entusiasma. Observar a Lautaro Martínez, un roble para aguantar la marca, una topadora yendo hacia el arco rival, contagia optimismo.

Ser feliz a esta altura de la gestión de Lionel Scaloni es todo mérito de él. Se lo ve fortalecido en la mesura, con los pies en la tierra, sin vender humo. Mejor todavía, es un entrenador que no cede terreno ante los cantos de sirena de la invencibilidad o ante los que piensan que porque este equipo mantiene un largo invicto, tiene ya ganado el Mundial.

La confianza trae felicidad, casi como el buen juego a los resultados. El entendimiento también es fundamental, como también lo es el diálogo sincero y profundo, en igualdad de condiciones y sin imposiciones. En este equipo se ve a jugadores cuya búsqueda común de metas se da sin dobleces ni intrigas. No hay pose de estrellas, siendo que las hay. Todos quieren estar, ganarse un lugar como titular y aportar a la causa.

Luego de ganar la Copa América y de haber tenido unas muy buenas Eliminatorias, se imponía medirse con un rival europeo. Italia lo fue por al menos 20/25 minutos en el primer tiempo. Pero se dejó superar por la felicidad argentina traducida en juego preciso, al pie, con actitud y dinámica. Se veía en las caras de los “Azzurri”, circunspectas según la “Blanquiceleste” se agrandaba, cómo el equipo había perdido la brújula. Y si no hubiera sido por lo que atajó Gianluigi Donnarumma, todo hubiera sido peor para ellos. En verdad, “¡qué mal la estuvieron pasando!”

El domingo, en España, la Selección jugará otra vez, ahora con Estonia. Después le queda (casi) seguro un partido con Brasil (el de las Eliminatorias que no pudo completarse), quizás en septiembre. En ese mismo mes, es probable que enfrente a un rival a confirmar de la Concacaf, en Estados Unidos. Y no habrá mucho más en materia de partidos hasta que comience la cita de Qatar, en un poco menos de seis meses.

Apuntes finales luego del show de ayer. En este estado mental de bienestar compuesto de emociones positivas, que hace ir de la alegría hasta el placer, incluso se instalan jugadores como Rodrigo De Paul. Alguna vez dijo que sufría los partidos por la alta responsabilidad que conllevan. Ayer admitió que, con el nivel de juego del segundo tiempo, empezó a disfrutar. Con sus palabras, sintetizó el sentimiento de todo fanático argentino.

Ecos de Wembley

La “Scaloneta” hizo historia

Lionel Scaloni alcanzó los 32 partidos sin perder; llegó a esa cifra con 21 triunfos y 11 empates, con lo que superó a Alfio “Coco” Basile. Además, quedó más cerca de un récord mundial. El título en la Finalissima con Italia tuvo un bonus. Además de la vuelta olímpica en Wembley, la catedral del fútbol inglés, el técnico entró definitivamente en los libros de historia.

Todo preparado

El trabajo de la utilería de Argentina se vio al final del partido. Ante Italia el equipo jugó con la clásica celeste y blanca, con la que venían de ganar la Copa América en Brasil 2021. Parte de los festejos fue con la alternativa. La remera suplente fue “tuneada” para la ocasión: le estamparon el trofeo en el dorso y le pusieron un parche gigante de “Campeones Finalissima 2022”.

La copa que levantó Messi

El trofeo de la Copa de Campeones tiene un peso de
unos 8,5 kilos y una altura de 45 centímetros. Está fabricado en latón y revestido de plata. La mayor parte mantiene su aspecto original de cuando se fabricó antes de la primera edición de 1985, que enfrentó a Francia contra Uruguay en París. El diseño del trofeo fue renovado por Valentina Losa.  

Argentina y su próximo amistoso

La Selección regresará a España, donde a partir de hoy ya trabajará con vistas al amistoso del domingo desde las 15, ante Estonia, en el estadio El Sadar, de Pamplona. La capacidad del lugar es de 23.000 personas; será la primera vez que ambos rivales se vean las caras. Los europeos están ubicados en el puesto 110 del ranking FIFA y nunca participaron en un Mundial.

Comentarios