Con un clima adverso o con medidas de Gobierno desfavorables, el sector productivo de la Argentina debe seguir con su actividad. Así lo considera el titular de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), Sebastián Murga. El directivo reprochó la gestión kirchnerista; en especial, en lo que respecta al agro. “Pese a la innumerable cantidad de trabas, el campo debe seguir produciendo. Y hay que tener en cuenta que el campo no es solo cereal. Las economías regionales están totalmente postergadas”, señaló el ruralista.
Y enumeró algunos ejemplos: “en Tucumán es muy difícil conseguir mano de obra para trabajar. En cuanto a la ganadería, se complica competir con las provincias vecinas, porque la carga impositiva al comprar hacienda es más cara en Tucumán que en Salta o en Santiago del Estero. La lechería está postergada; el precio de la leche no se modifica, y está por debajo del costo de producción. Y está la problemática del limón”.
A su criterio, los problemas del sector productivo de la Argentina no se resuelven con medidas que pueda tomar el Gobierno. “Hacen falta planes agropecuarios; por lo menos, a mediano plazo -por supuesto que lo mejor sería a largo plazo-. Se precisa previsibilidad, y que uno sepa perfectamente que es lo que tiene que hacer y cómo debe hacerlo”, manifestó Murga.
En particular, el ruralista criticó la implementación del llamado “dólar soja”, mediante el cual el Gobierno permitirá que los productores de la oleaginosa perciban un precio diferenciado por la divisa, cuando liquiden su producto. La medida estará en vigencia durante agosto. “No dará ningún resultado el famoso ‘dólar soja’; porque aparte de ser algo absurdo es impracticable: el productor no puede vender en 30 días su mercadería; porque ni siquiera hay logística para ello, ni caminos, ni camiones, ni barcos para mandar la producción. Es un absurdo, y es consecuencia de la falta de una política agropecuaria”, remarcó.
Y a esta carencia sumó el hecho de que, a su criterio, el Gobierno designa personas en áreas clave sin los conocimientos adecuados para llevar adelante esas tareas: “se debe planificar, pero con gente idónea; el Gobierno no sabe, y lo peor es que no se deja ayudar”.
Como ejemplos de falta de política a largo plazo mencionó que no se discute una nueva Ley de Semillas, aunque la actual date de 1972. “Y los biocombustibles en Tucumán; deberíamos ya saber qué haremos con el corte dentro de cinco, de 10, de 15 o de 20 años. Mientras no haya planes a largo plazo no hay posibilidad de modificar esto”, lamentó.