En vez de cárcel, habrá una escuela en el centro de Río Seco

El edificio había sido donado por un comerciante de la zona, pero para que se transforme en un establecimiento educativo. Está en una esquina de la plaza

LA RESISTENCIA. Los vecinos comenzaron a reclamar hace meses por el proyecto de instalar allí la cárcel y desde hace semanas están acampando allí. LA RESISTENCIA. Los vecinos comenzaron a reclamar hace meses por el proyecto de instalar allí la cárcel y desde hace semanas están acampando allí. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

La resistencia de los vecinos de Río Seco a la construcción en el centro de ese pueblo de una alcaidía destinada para 176 reclusos por ahora ha dado su fruto. El proyecto está frenado y el propio gobernador interino, Osvaldo Jaldo, transmitió su decisión de “no hacer nada en contra la voluntad de la comunidad”, según explicaron los mismos pobladores.

Es lo que también ratificó ayer a LA GACETA la ministra de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse, aunque aclaró que la decisión formal está en manos del primer mandatario. “Hemos atendido la petición de los pobladores, no solo en lo referido al destino con fines educativos del edificio, sino también propiciando encuentros con autoridades del Ministerio de Educación para definir las propuestas educativas”, informó la funcionaria. “Hubo un aporte vital de los vecinos en el sentido de que acreditaron pruebas acerca del afán de la donación expresado en un acta por parte del propietario. Claro que eso no se plasmó legalmente, pero se la respetará”, dijo Vargas Aignasse.

La ministra dejó en claro que la alcaidía se construirá, pero en otro sitio a determinar. Insistió en que será el gobernador Jaldo el encargado de comunicar formalmente y en su momento las decisiones adoptadas en torno al reclamo de la comunidad de Río Seco.

Por ahora los pobladores tienen ese compromiso y la tranquilidad de que actualmente no se advierte ninguna señal de inicio de obra.

Acampada vigilante

De todos modos, los vecinos mantienen desde hace seis meses una acampada frente al viejo edificio de la ex Escuela Técnica justamente para, llegado el caso, evitar que se inicien obras, según dijeron.

Ese es el lugar en que la Provincia había decidido construir la alcaidía que tiene establecido un presupuesto de $290 millones financiados por la Nación. El rechazo vecinal se sostiene, como se sabe, en el hecho de que el inmueble fue donado al Estado provincial por el vecino Miguel Chalom con el fin de ser transformado en un establecimiento educativo. De hecho, ahí funcionó varios años la Escuela Técnica hasta que el año pasado se trasladó a su nuevo edificio. Desde entonces quedó abandonado. “Queremos que ahora se acondicione el establecimiento y se reubique ahí a la escuela secundaria que, actualmente, funciona en el estrecho edificio de la escuela primaria Manuel Quintana. También aspiramos a que se habilite el dictado de carreras terciarias”, apuntó la vecina Estela Juárez.

“Este pueblo más que cárcel demanda locales educativos que forjen a jóvenes con futuro. Que a ese lugar de reclusión se lo haga, pero en otra parte”, añadió.

Proyecto erróneo

El disgusto también obedece al hecho de que el establecimiento en el que se proyecta la alcaidía está ubicado en la calle lateral norte de la plaza principal, en pleno centro del pueblo. “Es inadmisible que un lugar de detención con capacidad para más de 170 reclusos se haya proyectado alrededor de un paseo público en el que se reúne la familia. Estábamos seguros de que en cualquier ciudad que se quisiera hacer algo así iba a haber problemas”, apuntó por su parte Claudia Medina.

“Hemos recibido la promesa del gobernador Jaldo de que la provincia no va avanzar en ninguna obra que vaya en contra de la voluntad de la gente. No hay por ahora nada formal ni escrito que nos garantice esa decisión. Por eso permanecemos alertas a la espera de las documentaciones que certifiquen que el edificio donado tendrá destino educativo. Realmente esperamos que se cumpla con lo que nos dijeron”, expuso Juárez. De acuerdo a esta docente jubilada el edificio de la ex Escuela Técnica fue cedido por el Ministerio de Educación al de Seguridad para la construcción de la alcaidía. Esto mismo se planteó en reuniones que tuvieron los vecinos con autoridades. Ahora el edificio tiene que ser restituido al área estatal original.

Una encuesta

Los vecinos autoconvocados lanzaron una encuesta a través de las redes sociales con el fin de determinar las demandas educativas de la población. En su mayoría, según se precisó, la gente aspira a la instrumentación de carreras tecnológicas y sanitarias. “Aquí ha quedado claro que el pueblo no está de acuerdo con que se vulnere la voluntad de don Chalom. Todos sabemos con qué afán donó su propiedad al Gobierno. Y apoyamos que se instalen más escuelas aquí. Es lo que necesita la juventud” sostuvo Rubén Aguirre. “Nuestra decisión es continuar acampados hasta tanto la Provincia nos brinde respuesta concreta y formal”, concluyó.

La comisionada comunal, Carmen Alejandro, había defendido la instalación de una alcaidía, aunque había asegurado que en realidad se trataba de una megacomisaría que contribuiría a la seguridad de la zona. Ahora todo eso quedó atrás y Río Seco tendrá un nuevo establecimiento educativo.

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