“Trasmontaña Pasión Biker”: llegar es lo que importa

El esfuerzo siempre es al máximo cuando se presentan inconvenientes mecánicos y lesiones.

FINAL DIFERENTE. Madariaga corre a la par de su bicicleta, mientras Luna lo alienta desde arriba de la suya. FINAL DIFERENTE. Madariaga corre a la par de su bicicleta, mientras Luna lo alienta desde arriba de la suya. LA GACETA / DIEGO ARÁOZ

Haber llegado varias veces a la meta es tan importante como hacerlo por primera vez. “Aunque sea gateando había que llegar”, afirmó Diego Luna. Su compañero, Franco Madariaga, fue uno de los tantos que sufrió un percance que ejemplificó lo que habitualmente suele ocurrir en un Trasmontaña. Los inconvenientes mecánicos pueden determinar que las duplas se queden al costado del camino. No fue el caso del mendocino y el yerbabuenense. A la bicicleta de Madariaga se le explotó el neumático trasero con sistema tubeless. El líquido sellante que almacena el aire salió por completo. No había solución pero sí opción, por lo que el binomio decidió completar los últimos dos kilómetros, Luna arriba de la bici y Madariaga al trote más veloz posible.

La distancia puede sonar a poco, pero eran los kilómetros finales y... “Las piernas están totalmente duras y acalambradas. No responden”, describió Madariaga al que se le quebró la voz por la emoción. “Es por la pasión que tenemos por este deporte. Había que terminar sí o sí”, siguió relatando a media voz.

Las ruedas pinchadas, las cadenas cortadas, hasta uno que otro disco de aluminio de los frenos quebrado fueron los inconvenientes que se presentaron.

Por mucha atención que se preste en el circuito y por más de haberlo probado varias veces, caerse puede ser muy fácil. Sangre en las rodillas y en los codos, ciclistas llorando por el dolor, otros acalambrados y algunos con raspaduras fueron las imágenes que quedaron grabadas en la llegada.

Nancy Carolina Burieque, como lo había anticipado en las páginas de LG Deportiva, iba a llegar a la meta a como diera lugar: su caída en la Calle 15, luego de un toque con otro biker que le dejó una notoria inflamación en el pómulo izquierdo y raspaduras, no la detuvo. “Era un sueño que siempre tuve”, reconoció la trasplantada hepática, que corrió por primera vez.

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