El robo de más de $26 millones en Yerba Buena generó dudas y puede transformarse en el puntapié inicial de una investigación más profunda. Los policías sospechan que el asalto dejó al descubierto una posible operación de compra de un cargamento de droga o una maniobra para ingresar dinero proveniente de esa actividad ilícita al mercado legal.
Un empresario jujeño se contactó con un par tucumano para concretar la compra de dos autos Audi. Acordaron que el norteño viajaría con el dinero en efectivo para cerrar la operación. Cuando pisó suelo tucumano, el comprador se comunicó con el vendedor, que le pidió que se dirigiera hasta un domicilio de Yerba Buena para terminar con todos los trámites.
El hombre se dirigió hasta Diego de Villarroel al 1.900. Allí fue atendido por el hombre con el que llevaba adelante la negociación, que lo invitó a pasar al interior del domicilio. Cuando estaba por sentarse en un sillón, el supuesto vendedor, al que identificó como un tal “Luciano”, sacó un arma de fuego y lo redujo totalmente cuando le colocó el cañón de una pistola en la cabeza. Otro hombre extrajo del auto de la víctima una mochila en la que guardaba 42.500 euros (más de $12 millones), U$S 38.000 (más de $11 millones) y $3 millones.
La víctima, después de haber sido despojada de más $26 millones, se dirigió hasta la comisaría de Yerba Buena para denunciar el robo. Después de escucharlo, los policías, al mando de los comisarios Walter Colombres, Carlos Ruiz y Joaquín Girbeaux, se dirigieron hasta el domicilio donde se produjo el hecho. Al revisarlo, le encontraron billetes y monedas extranjeras. Fue identificado como José Luis Araujo y, por orden del fiscal Diego López Ávila quedó aprehendido.
En una audiencia que se realizó ayer, Araujo reconoció que él no tenía nada que ver en el hecho y que sólo había alquilado la casa por un día. “Me dijeron que me quedara tranquilo, que era para cerrar una operación de drogas”, reveló. También dijo que la persona a la que le alquiló la casa se llamaba Luciano Villagra Vélez. Pese a los datos que brindó, un juez le dictó la prisión preventiva por 30 días.
La información que brindó Araujo coincidió con la que ya había aportado la víctima y con la que el fiscal López Ávila había solicitado la detención del mencionado. Ayer, al mediodía, los policías realizaron un allanamiento en un domicilio de avenida Gobernador del Campo al 1.200. “Cuando los efectivos ingresaron al domicilio, encontraron al sospechoso en su habitación con dos pistolas cargadas, listas para ser usadas. El trabajo profesional de los hombres del Grupo Cero evitó que se produjera un enfrentamiento”, explicó Girbeaux en una nota con LA GACETA.
En la medida, los uniformados secuestraron varias armas de fuego, municiones, dos cajas fuertes, un CPU, una netbook, dinero en efectivo y los autos Audi que supuestamente estaban por vender. Después de una intensa búsqueda en la casa, donde el acusado tenía guardado varios autos de alta gama y al menos cinco camiones, los investigadores lograron ubicar el celular del detenido.
Girbeaux confirmó que, durante el allanamiento, el sospechoso intentó amedrentar a los efectivos. “A los gritos decía que él tenía contactos importantes en la política y en la justicia. También les dijo que no sabían dónde se estaban metiendo. No se documentó, pero todas esas frases fueron informadas al fiscal López Ávila”, señaló el jefe de la Unidad Regional Norte.
Por su parte, López Ávila prefirió no dar mayores información sobre la investigación que está desarrollando. “Estamos trabajando pausadamente para analizar toda la información que va surgiendo. Estamos ante una causa de robo, pero no sabemos con qué nos encontraremos”, finalizó.