El Banco Central Europeo (BCE) subió previsiblemente este jueves sus tasas de interés en 0,75 puntos porcentuales, para frenar la escalada de la inflación, que en agosto llegó al 9,1 % en la zona del euro.
Ante el fuerte incremento de los precios el Consejo de Gobierno del BCE decidió un alza, la cual se convierte en la mayor subida de su historia.
Además, el BCE subió su previsión de inflación en la zona euro a 8,1% para este año, frente al 6,8% que proyectaba en junio, y afirmó que el fenómeno seguirá siendo “muy fuerte” durante “un largo periodo”. Para 2023 y 2024, la institución prevé un 5,5% y un 2,3% de inflación, por encima de su objetivo del 2%.
El BCE comenzó a subir sus tasas de interés el pasado julio, por primera vez desde hace once años, en medio punto porcentual. Ahora está más preocupado por el riesgo de que la inflación se enquiste de forma persistente. Los precios de la energía y de los alimentos podrían permanecer altos durante mucho tiempo y entonces las subidas salariales podrían muy elevadas.