Asamblea General de la ONU: en contra del “festín” de los combustibles fósiles

Guterres abrió el debate con un llamado a subir impuestos a empresas de combustibles. Petro, de Colombia, habló del “veneno” del carbón

Asamblea General de la ONU: en contra del “festín” de los combustibles fósiles
21 Septiembre 2022

NACIONES UNIDAS.- “Aumenten su ambición climática. Escuchen el llamado de cambio de su gente”, fue el llamado con el que abrió el ciclo de sesiones de la 77° Asamblea General de Naciones Unidas su secretario general, Antonio Guterres. “Los contaminadores deben pagar”, sostuvo.

El titular de la ONU pidió a los líderes mundiales que inviertan en soluciones de acción climática para poner fin a “la guerra contra la naturaleza”.

Dirigiéndose a los líderes mundiales en la Asamblea, compuesta por 193 miembros -aunque no todos los miembros estuvieron presentes- el secretario general intensificó sus críticas a las empresas petroleras y de gas, que han visto cómo sus utilidades se disparan en decenas de miles de millones de dólares.

“La industria de combustibles fósiles se está dando un festín con cientos de miles de millones de dólares en subsidios y ganancias inesperadas, mientras los presupuestos de los hogares se reducen y nuestro planeta arde”, dijo.

En otras oportunidades, había presionado a los países desarrollados para que graven las utilidades inesperadas de los combustibles fósiles. Esta vez también utilizó su liderazgo para explicar en qué debería gastarse el dinero.

“Esos fondos deben redirigirse de dos maneras: a los países que sufren pérdidas y daños causados por la crisis climática; y a las personas que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y la energía”, dijo en la reunión anual de líderes mundiales en Nueva York.

Algunos países ya esbozan medidas en ese sentido. Reino Unido aprobó un impuesto del 25% a los productores de petróleo y gas del Mar del Norte, mientras que los legisladores estadounidenses debaten una idea similar, que tiene pocas probabilidades de prosperar en el Congreso.

Guterres también dijo que los bancos multilaterales de desarrollo “deben dar un paso adelante y cumplir” y que la ayuda a los países pobres para adaptarse al agravamiento de los impactos climáticos “debe constituir la mitad de toda la financiación climática”.

“Las principales economías son sus accionistas y deben hacerlo”, añadió Guterres.

Líderes de todo el mundo comenzaron a intervenir ayer a la mañana, en la reunión que este año se presenta marcada por la guerra en Ucrania y crisis que se han agravado por ese conflicto.

Luego de un 2020 en el que la Asamblea General se celebró de forma virtual, por la pandemia, y un 2021 en el que se llevó a cabo de forma híbrida, en esta ocasión los líderes que intervendrán lo harán en persona desde Nueva York.

La única excepción será la del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a quien se ha dado permiso para dirigirse al resto del mundo a través de un vídeo pregrabado, atento al estado de guerra en su país. Varios países se opusieron a este permiso, entre ellos Rusia (responsable de la invasión a Ucrania).

La primera intervención estuvo a cargo de Brasil, como es tradición. El presidente Jair Bolsonaro, pidió un alto al fuego inmediato en Ucrania y criticó las sanciones contra Rusia. Brasil no ve las sanciones unilaterales como la mejor manera de manejar el conflicto, dijo. Sólo se alcanzará una solución a través del diálogo y las negociaciones, fue su postura.

El presidente de Colombia se refirió, en su discurso ante la Asamblea, al fracaso de la guerra contra el narcotráfico. “¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo?”, preguntó Gustavo Petro

Señaló que el carbón y el petróleo llevan a la extinción de la humanidad, y sin embargo se los protege. Denunció que la culpable de la adicción a los estupefacientes no es la selva: “La causa del desastre climático es el capital”.

“Detrás de la adicción a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero”, concluyó.

La guerra contra las drogas que ya dura 40 años, necesita un nuevo enfoque. “Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2,8 millones de jóvenes por fentanilo, que no se produce en nuestra América Latina. Verá a millones de afros norteamericanos apresados en sus cárceles privadas. El afro preso se convertirá en negocio de empresas carceleras, morirán asesinados un millón de latinoamericanos, llenarán de sangre nuestras aguas y nuestros campos verdes, verán morir el sueño de la democracia tanto en mi América como en la América anglosajona”, vaticinó.

Desigualdad y violencia

Cuando llegó el turno de la participación de Argentina, el presidente Alberto Fernández, remarcó que la pandemia de coronavirus “transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial”.

El mandatario apuntó que las naciones endeudadas padecen mucho más los efectos del sistema que provoca desigualdades. Por ello, agradeció a los Estados que apoyaron a Argentina “en el complejo proceso de renegociación de nuestra deuda externa”.

“Nuestros criterios son conocidos, responden a lo dicho por esta Asamblea General”, en 2015, de que las restructuraciones de deuda deben hacerse “promoviendo el crecimiento sostenido e inclusivo, minimizando costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos”.

Sus primeras palabras frente al hemiciclo de las Naciones Unidas fueron para agradecer “la solidaridad del mundo entero” ante el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández. “Los argentinos construimos el acuerdo del ‘Nunca Más’ al terrorismo de Estado y a la violencia política. Valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social que exige respetar al otro en la diversidad”, enfatizó,  al denunciar la “violencia fascista que se disfraza de republicanismo”.

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