Por pedido de la Unidad Fiscal de Homicidios I, dirigida por Ignacio López Bustos, se realizó una audiencia para prorrogar la medida cautelar de mayor intensidad que viene cumpliendo un acusado de 32 años. Se trata del suboficial de Policía, que está imputado por un violento hecho ocurrido el 4 de diciembre del año pasado, en la localidad de Carbón Pozo. En la ocasión, el policía habría herido de bala a Adriana Aragón y asesinó de un disparo en el pecho a Jonathan Caro, tras confundirlo con el abusador de su hija.
El auxiliar de fiscal Guillermo di Lella narró cómo fue el hecho y sostuvo que la calificación penal endilgada es por ser presunto autor del de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
A continuación, el investigador solicitó que se prorrogue la prisión preventiva del acusado por 60 días más: “a fines de realizar la audiencia de control de acusación y admisibilidad de la prueba, y esperar la fecha del debate oral”. Asimismo, manifestó que la pretensión punitiva formulada por la Fiscalía es de 25 años de prisión. El juez aceptó parcialmente y otorgó la medida cautelar por el plazo 45 días.
Cabe mencionar que hay otro implicado en el marco de esta causa, a quien ya se le formularon cargos como partícipe secundario de la tentativa de homicidio en contra de la mujer.
Durante la madrugada del 4 de diciembre del año pasado, luego de realizar su trabajo, el policía volvió a su casa ubicada en Ruta 9, Carbón Pozo. Entonces, su hija le comentó que había sido abusada sexualmente, lo cual llevó a que él saliera en su auto junto a la menor a buscar a un amigo (el otro imputado). Ambos le cuentan a este hombre lo que pasó y le describen al supuesto agresor. Entonces el amigo le indica quién podría ser y dónde estaría. El suboficial va hasta ahí y, luego de revisar el lugar y no hallarlo, regresa a buscarlo a su amigo y van los tres a la vivienda de Aragón (en El Cevilar), quien vía WhatsApp le había contado al amigo que un sujeto había ido hasta su casa esa noche.
Una vez en el domicilio de Aragón, ingresa el policía portando la pistola 9 mm -el arma reglamentaria- y le reclamó que le muestre dónde tenía escondido al supuesto abusador. Ante la respuesta negativa de la mujer, el imputado le disparó y la hirió en la oreja derecha. A continuación, el amigo le mostró al acusado una captura de pantalla de Facebook donde se ve la foto de perfil del sujeto sospechoso y le manifiesta que este pernoctaba en la vivienda de Caro, en Romera Pozo. Portando el arma, el suboficial va hacia el domicilio donde estaba la víctima junto a su novia. Caro se acercó al ventanal para atenderlo y, sin mediar palabra alguna, le disparó en el pecho para finalmente subirse al auto donde lo esperaba su hija y darse a la fuga.