Irán: las marchas por la muerte de Mahsa Amini se incrementan

Las autoridades detuvieron cantantes, futbolistas, activistas y 35 periodistas. Al nacionalizar internet, el régimen islámico busca controlar los sitios web iraníes

MANIFESTACIONES. Mahsa Amini tenía 22 años, fue arrestada por la “policía de la moral”. MANIFESTACIONES. Mahsa Amini tenía 22 años, fue arrestada por la “policía de la moral”.
11 Octubre 2022

Las autoridades iraníes luchan para poner fin a las manifestaciones que han sacudido el país durante semanas. Las protestas contra el gobierno comenzaron tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que había sido arrestada por la llamada “policía de la moral” de Irán, por, presuntamente, no cumplir con el estricto código de vestimenta de la República Islámica para las mujeres.

Desde que Amini falleció, los arrestos de cualquier persona que proteste por lo ocurrido con esta joven se han multiplicado. Pero los manifestantes logran abrirse camino a pesar de todos los obstáculos. “Internet todavía está muy lento. Me siento aislado del mundo”; “Las conexiones VPN tampoco funcionan”; “Los servicios de mensajería como WhatsApp o Signal están bloqueados”: este tipo de mensajes abundan en Irán en medio de la escalada de protestas contra el hiyab, acusando un bloqueo extenso de internet.

El miércoles pasado la Policía iraní arrestó a Amir Mirmirani, uno de los blogueros más conocidos del país. Durante una década, Mirmirani ha estado produciendo un podcast tecnológico, “Jadi”. De bloguero y podcaster galardonado, Mirmirani se ha convertido en un “enemigo público”, ya que sus podcasts recientes han criticado abiertamente los bloqueos de internet. También es uno de los pocos profesionales de la tecnología que no apoyó los planes del gobierno de “nacionalizar” internet. Como resultado, cinco de estos expertos han sido arrestados en los últimos días.

Al nacionalizar internet, el régimen islámico de Irán quiere tener un control más estricto de la web y restringir el acceso público a los sitios web iraníes. El aislamiento digital haría extremadamente difícil para los periodistas dentro y fuera del país obtener una imagen clara de los eventos que suceden en el terreno y verificar la información.

La fotoperiodista Yalda Moaiery, que trabaja desde Teherán para medios internacionales, también fue arrestada. Según el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, hasta el 4 de octubre, las autoridades iraníes habían arrestado al menos a 35 periodistas.

Ola de arrestos

Las protestas en Irán no han parado: ya van cuatro semanas de marchas y diferentes manifestaciones. Hasta ahora, las autoridades han detenido a personas de diversos ámbitos, incluidos futbolistas, cantantes, estudiantes, cineastas y activistas por los derechos de las mujeres.

“La ola de arrestos comenzó en Kurdistán, poco después del funeral de Mahsa Amini”, dice Asieh Amini, una autora y activista por los derechos de las mujeres que actualmente vive exiliada en Noruega. Ella ha compilado una lista de mujeres activistas que han sido detenidas en las últimas tres semanas, entre las que figura Bahareh Hedayat. Esta mujer de 41 años ha sido arrestada repetidamente durante los últimos 13 años, luego de las protestas antigubernamentales de 2009 en el país. Ha cumplido un total de siete años de prisión durante este período por su exigencia pacífica de una mayor democracia en Irán.

“En mi opinión, las fuerzas de seguridad simplemente están arrestando a todas las mujeres activistas conocidas en todo el país. No han entendido que las protestas como las que estamos viviendo ahora no pueden ser influenciadas por activistas conocidas”, dice Asieh Amini. “Los jóvenes que salen a la calle deciden por sí mismos en grupos más pequeños cuándo y dónde se reunirán. Por eso también es difícil controlarlos”.

Según el periódico Javan, vinculado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, el 90% de los manifestantes tiene menos de 25 años. Si bien la publicación reprendió a los manifestantes como una nueva generación de “alborotadores”, el líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, calificó las protestas como influencia extranjera y complot para desestabilizar el país. “El régimen no está dispuesto a entender al pueblo y su enfado. Su respuesta es la represión”, subrayó Amini.

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