Mc Allister con LA GACETA: del no importa cómo entró la pelota al poder del equipo

Jueves por la tarde, ya no queda nada para volver a ser a la Selección en esteMundial de Qatar 2022. Pasado mañana volverá a salir al campo, esta vez frente Australia por los octavos de final. O sea, de la victoria sobre Polonia a este compromiso mata/mata pasarán apenas dos días. Nada.

Escuchamos las quejas con justa razón del entrenador Scaloni; escuchamos que hay que estar preparados igual porque es la Copa del Mundo, y escuchamos que Argentina, con y sin descanso, tiene aguante de sobra gracias a la ola de hinchas argentinos (e internacionales) que jamás bajaron los brazos. Y para serles honesto, puedo decir que “hinchas + corazón” equivale a selección Argentina. Eso.

Si hay algo que jamás se puso en juego en Doha fue el idilio amoroso entre el plantel y el “aguante” celeste y blanco. Jamás de los jamases. Menos ahora que está volviendo a resurgir la mejor versión de Messi & compañía. “Siento una felicidad muy grande, no solo para mí sino para todo el grupo. Creo que en el primer tiempo dominamos, encontramos un buen juego y tuvimos paciencia, pero lamentablemente no se nos dio el gol”, analiza el post mortem del triunfo sobre Polonia Alexis Mc Allister, todavía con la pilcha en llamas y una sonrisa que le va de oreja a oreja, sin paradas en el medio.

“Después en el segundo tiempo llegó ese gol que fue muy importante para seguir manteniendo tranquilidad y volver a demostrar que jugamos bien al fútbol”. El gol, “ese gol”, fue su gol, un premio merecido para la Selección por cómo venía demoliendo a los polacos y también por su poca fortuna a la hora de ligar rebotes.

En este caso puntual, la suerte volvió a darnos dividendos con el remate casi con la pantufla del ex Boca. “La agarré un poco mordida, pero lo importante es que pegó en el palo y entró”, le responde a LA GACETA el mejor socio del espectáculo de miércoles por la noche de Leo Messi, del mediocampo y de la zaga. Mc Allister fue un todo para un conjunto que volvió a soltarse en la cancha.

“Era un poco la idea. Quizás ni en el primero ni el segundo partido estuvimos tranquilos, no pudimos manejar la pelota, pero bueno. Por suerte, en el momento quizás más importante del Mundial, porque era un para saber si pasábamos o no de grupo, los jugadores con experiencia hicieron que todo sea más fácil”. Aplausos por favor.