¿Un robot y un chat podrían reemplazar a Google?

Una de las principales tendencias de este 2022 ha sido sin dudas la enorme masificación de servicios de inteligencia artificial. Durante estos meses hemos conocido aplicaciones muy concretas de estos avances y muchas de ellas estuvieron al alcance de los usuarios, quienes han probado, jugado y creado con estas herramientas. La creación de contenido, en este sentido, ha sido una de las industrias de mayor impacto y quizás una de las que está viendo con mayor atención cómo los robots son capaces de crear imágenes, sonidos y textos de alta calidad.

Para no quedar fuera de este balance, hace pocos días, OpenAi, una de las empresas líderes del sector, lanzó una plataforma de mensajería basada en inteligencia artificial abierta y gratuita en la que cualquier persona puede interactuar con un robot. En un entorno muy familiar como un chat, el usuario generar conversaciones que distan mucho de parecer artificiales. El bot responde de manera amigable, explica en detalle y comprende rápidamente el contexto de conversación.

OpenAI fue noticia también por Dall-E, una plataforma para la generación de imágenes a partir de indicaciones de las personas. Si bien dicho programa fue lanzado en 2021, este año se masificaron servicios alternativos que hicieron conocida y accesible esta tecnología. Pero la estrategia con ChatGPT es diferente. El objetivo es que rápidamente los usuarios comprendan el valor que tiene un chat artificial y por eso en poco menos de una semana la plataforma superó el millón de usuarios registrados. En términos técnicos, este sistema está basado en el modelo de lenguaje de inteligencia artificial GPT-3 y cuenta con más de 175 millones de parámetros que lo guían para ofrecer sus respuestas.

Para conocerlo en profundidad, decidimos realizarle al propio sistema dos preguntas. La primera de ellas fue cuál era su ventaja sobre otras plataformas de escritura basadas en Inteligencia Artificial. El sistema respondió:

- Como un gran modelo de lenguaje entrenado por OpenAI, mi ventaja es que he sido entrenado en una gran cantidad de datos de texto y he sido diseñado para procesar información y generar respuestas de forma rápida y precisa. Esto me permite proporcionar respuestas detalladas e informativas a una amplia gama de preguntas. Además, estoy mejorando constantemente a medida que sigo aprendiendo de los datos de texto en los que estoy capacitado, lo que me permite brindar respuestas cada vez más precisas y relevantes con el tiempo.

Esta respuesta nos dio curiosidad sobre sus aplicaciones concretas y le preguntamos en qué tipo de industrias podría impactar con su trabajo. En pocos segundos, nos devolvió esta explicación:

- Puedo ser utilizado en una variedad de industrias. Algunas de las áreas en las que mi escritura basada en IA podría ser útil incluyen el servicio al cliente, la investigación y el análisis de datos, la generación de contenido y la creación de texto informativo o persuasivo. Además, como soy capaz de mejorar constantemente a medida que sigo aprendiendo de los datos de texto en los que soy entrenado, puedo ofrecer respuestas cada vez más precisas y relevantes a medida que el tiempo pasa.

Una de las controversias más importantes que ha despertado ChatGPT en estos días fue sido si estamos ante una tecnología que podría reemplazar la manera en que consultamos información en la web. ¿Estamos ante un reemplazante de Google o de Wikipedia? ¿Se imaginan que este sistema esté conectado con sistema de mensajería como Whatsapp y que funcione como un sabelotodo que responda cualquier consulta? La estrategia de OpenAI es mostrar toda la potencialidad de su plataforma y suscitar justamente este tipo de conjeturas, pero al masificar su acceso lo que está haciendo es hacer aún más preciso e inteligente su modelo. Ese millón de usuarios está entrenando y adaptando al sistema para tener respuestas más ricas y fluidas, es decir, más parecidas a cómo respondería un humano.

Pero para dejar las conjeturas de lado, el propio ChatGPT nos respondió acerca si era capaz de reemplazar a Google. Su respuesta fue clarísima. “No soy capaz de reemplazar a Google, ya que soy un modelo de lenguaje entrenado y no tengo acceso a la cantidad de información y recursos que tiene Google. Mi función principal es proporcionar respuestas precisas y detalladas a preguntas específicas y ayudar a generar texto informativo o persuasivo”, indicó su robot. Por ahora, entonces, está claro que el servicio apunta a una necesidad diferente, sin embargo, habrá que ver los próximos pasos de OpenAI y cómo se desarrollan nuevos negocios en torno a las prestaciones de su nuevo producto. El 2023 quizás traerá la respuesta, pero por ahora, seguiremos conociéndolo a través de nuevas y sorprendentes conversaciones.

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