03 Enero 2023
LOS IMPUTADOS. Los ocho rugbistas acusados de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa y de herir a sus amigos afuera de un boliche en Villa Gesell.
El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa (18 años) comenzó con dos planteos preliminares de la defensa, que solicitó la nulidad del proceso. Esa estrategia, si bien consiguió demorar el inicio de la ronda de testigos, se vio truncada cuando los jueces resolvieron rechazar el pedido, al considerar que no tenía fundamentos sólidos. Esta audiencia significó, además, que por primera vez Graciela Sosa y Silvino Báez vieran frente a frente a los ocho rugbiers acusados de asesinar a su hijo.
El 18 de enero de 2020, según la acusación, se originó una pelea entre uno de los imputados y la víctima dentro del boliche Le Brique, en Villa Gesell. Los empleados de seguridad del salón echaron a todos del lugar por dos puertas diferentes. Minutos más tarde, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi fueron a buscar nuevamente a Báez Sosa. Lo interceptaron en la calle y comenzaron a pegarle.
JUNTOS. Los padres de Fernando Báez Sosa se retiran de los Tribunales.
La Fiscalía, que leyó los argumentos de las imputaciones, sostuvo que Thomsen, Ciro Pertossi, Comelli, Benicelli y Cinalli: “abordan por detrás a Fernando, aprovechándose de que él estaba de espaldas e indefenso y, de esta manera, actuando sobre seguro en virtud de la superioridad numérica y física, lo rodean, se abalanzan sobre él y comienzan a propinarle golpes de puño en su rostro y cuerpo”. El ataque siguió hasta que la víctima cayó inconsciente. Minutos más tarde falleció a causa de esas lesiones.
“Le propinaron allí en el suelo, varias patadas en su rostro y cabeza, causándole lesiones corporales internas y externas, las cuales provocaron su deceso en forma casi inmediata, al causarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico, debido a un traumatismo grave de cráneo”, añadió.
TRASLADO Y CUSTODIA. Así llegaban los acusados al juicio, acompañados por personal del Servicio Penitenciario y de otras divisiones policiales.
Por otro lado, se sostuvo que los otros tres acusados, Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi: “previo acuerdo y distribución de tareas con los otros acusados, también participaron premeditadamente de la agresión con el fin de dar muerte a la víctima, posibilitando fundamentalmente la comisión del hecho, ya que rodearon tanto a Fernando Báez Sosa como a los amigos que estaban junto a él, impidiendo, de esa forma, que este pudiese defenderse por sí, e incluso recibir defensa por parte de sus amigos y/o terceros”.
Las cámaras de seguridad de algunos vecinos y los videos obtenidos por los testigos registraron algunos momentos del hecho. Según estiman los acusadores, de esas imágenes surgiría que Thomsen sería quien le propinó el golpe mortal a la víctima. Tanto ese detalle como los movimientos que tuvieron los acusados esa madrugada podrían ser explicados por los 130 testigos que fueron ofrecidos para el juicio. Muchos de ellos jóvenes que salían del boliche cuando ocurrió el feroz ataque a Fernando. Además del crimen, los imputados afrontan cargos por lesiones leves a los amigos de Fernando, a quienes también habrían agredido.
DEFENSORES. Los abogados Hugo Tomei y Emilia Pertossi.
Conmoción nacional
El caso Báez Sosa conmovió a todo el país. Los padres del chico y su novia encabezaron marchas en reclamo justicia a lo largo de los tres largos años que duró el proceso. Ayer, finalmente, empezó el juicio en contra de los ocho rugbistas implicados en la causa.
Graciela Sosa llegó a Tribunales rodeada de micrófonos. La palabra de la madre de Fernando no se hizo esperar. “Nuestro corazón está destrozado. Fueron muy cobardes (los acusados) por cómo atacaron a mi hijo y la herida que nos causaron es muy grande”, manifestó la mujer antes de ingresar a la sala. “Nuestra vida es un calvario. Pedimos Justicia por Fernando”, enfatizó.
Luego, ante los jueces, brindó un testimonio conmovedor recordando a la víctima. Días atrás Sosa había adelantado que esperaban que el caso se resolviera con una condena ejemplar: prisión perpetua.
El caso Báez Sosa, además, generó una reacción en el mundo del rugby. Los clubes se solidarizaron con la víctima, repudiaron el hecho e incluso el Club Atlético San Isidro (CASI) expulsó como socios a los acusados que estaban afiliados a esa institución. A lo largo de estos años referentes de este deporte hicieron campañas en pos de que no se generalice a los rugbiers ni se estigmatice la disciplina debido a la conducta que tuvieron los imputados en este hecho.
Se estima que el juicio se extendería a lo largo de 22 audiencias, aproximadamente. Pero no se descarta que el debate pueda dilatarse, debido a la gran cantidad de testimonios, al número de pruebas ofrecidas y a la imprevisible posibilidad de que surjan nuevos planteos por parte de la defensa, de la Fiscalía o de la querella.
El tribunal está integrado por María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari.
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