Dakar: a 12 segundos de la gloria

El salteño Kevin Benavides voló sobre las arenas del desierto y hoy librará un apasionante sprint final con Price y Howles.

DESATADO. El salteño Kevin Benavides protagonizará la definición más apretada de la historia del Dakar con Toby Price. DESATADO. El salteño Kevin Benavides protagonizará la definición más apretada de la historia del Dakar con Toby Price.

El Dakar engaña tanto como los espejismos del desierto. A lo largo de la aventura, muchas cosas parecen lo que no son y muchas otras son lo que no parecen. Así como parecía que Kevin Benavides había resignado sus chances de alcanzar su segundo “Tuareg” tras el décimo puesto del viernes (que lo relegó al tercer puesto), ahora todo parece posible para el salteño después de su brillante performance en la penúltima etapa, que lo tuvo como ganador. El salteño voló sobre las arenas finales del temible desierto Empty Quarter y llegó a Shaybah con la satisfacción de haberle descontado valiosos segundos al todavía líder Toby Price y a Skyler Howes, al que desplazó del segundo lugar de la general. La furia del mayor de los Benavides determinó la definición más apretada de la historia del Dakar: después de más de 40 horas acumuladas de cronómetro, apenas 12 segundos separan al australiano del salteño. O sea, al cabo de 3900 kilómetros recorridos, los separa una brecha de tiempo equivalente a solo 300 metros. Esa es la distancia que deberá remontarle Kevin a su compañero de equipo en los 136 kilómetros que restan. Y no hay que olvidar a Howes, quien los acecha a ambos a minuto y medio de distancia, aunque con la desventaja de tener que abrir camino. Salir “a ciegas”, sin huellas de referencia, siempre es una dificultad extra para la navegación.

Benavides tuvo que detenerse en medio del camino a socorrer a su otro compañero Matthias Walkner, quien había sufrido un accidente. Una vez rescatado el austríaco, salió disparado a darle caza a Price, quien deberá poner toda su experiencia de ex campeón sobre la mesa para sostenerse ante el asedio del salteño. “Ahora es a fondo. Les pido que manden todas las energías positivas. Hay que salir con el corazón y esperanza de dar lo mejor”, pidió Kevin.

En las otras categorías, los liderazgos parecen estar tallados en piedra, pero si hay una certeza en el Dakar es que nada está dicho hasta cruzar la línea de llegada. Un pinchazo o una falla mecánica pueden tirar abajo a último momento todo lo construido a lo largo de la carrera.

Y es que solo una desgracia podría impedir una nueva consagración de Nasser Al Attiyah en Autos. Sebastien Loeb ganó su sexta etapa consecutiva y rompió un récord que databa de 1989 (las cinco de Ari Vatanen), pero al qatarí llega con casi hora y media de ventaja. También es muy amplia la que ampara a Alexandre Giroud en Quads (40 minutos sobre el mendocino Francisco Moreno Flores) y la que asiste a Janus Van Kasteren en Camiones (más de una hora sobre Martin Macik).

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