Fue acusado de manejar una red de prostitución desde la cárcel

El sospechoso cumplía una condena por el mismo delito. La organización utilizaba billeteras virtuales para cobrar los servicios

EL HALLAZGO. En uno de los departamentos allanados, los investigadores encontraron que había una camilla para hacer masajes. EL HALLAZGO. En uno de los departamentos allanados, los investigadores encontraron que había una camilla para hacer masajes.

Una organización de trata de explotación sexual fue desarticulada a través de un agente revelador, una figura que recién se está utilizando en la provincia. Los acusados habían recurrido a un novedoso sistema financiero para llevar adelante la actividad ilícita. Además, el líder de la organización operaba desde el penal de Villa Urquiza, lugar donde se encuentra detenido cumpliendo una pena por el mismo delito y por abuso sexual.

Meses atrás, el fiscal Agustín Chit ordenó iniciar una pesquisa por la supuesta existencia de una organización que obligaba a ejercer la prostitución en departamentos céntricos. Pero ante las dificultades que aparecían en la causa, el investigador decidió recurrir a una figura muy poco utilizada en la provincia.

Con autorización de un juez, convocó a un agente revelador. Es un investigador que simula ser cliente para reunir indicios y pruebas que luego serán volcadas al expediente. Los resultados que consiguió fueron claves para desarticular la organización.

El dato de mayor importancia fue que el supuesto líder había sido a condenado en 2019 a 12 años de prisión por haber manejado una red de prostitución y también penado a ocho años por una causa de abuso sexual. Cuando profundizaron la pesquisa, descubrieron que no estaba alojado en la Unidad 10, donde normalmente se ubica a las personas que están procesadas o condenadas por la justicia Federal.

El sospechoso había sido ubicado en un lugar mucho más confortable y manejaba un celular sin ningún tipo de restricción. El aparato que usaba estaba autorizado, aunque queda develar si lo hacía durante todo el tiempo o en los horarios permitidos.

Todo un operativo

El juez Fernando Poviña autorizó allanamientos donde supuestamente las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución y detener a tres acusados. El mayor desafío fue lograr el arresto del recluso y secuestrar pruebas en la cárcel y sin que nadie se enterara. Chit encontró la solución a través de un operativo organizado con el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa y el titular del Servicio Penitenciario Miguel Gómez. El plan también fue novedoso.

Decidieron fingir una visita de protocolo al penal. Funcionarios y personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), todos vestidos de civil, iniciaron un recorrido que incluyó la zona donde estaba alojado el sospechoso. Cuando confirmaron que el objetivo estaba asegurado, informaron el verdadero motivo de su presencia, redujeron al supuesto líder y lograron secuestrar su celular. “Nuestro mayor temor era que el señalado, al percatarse de la presencia de los efectivos, decidiera desprenderse de las pruebas que estábamos buscando. Pero el operativo fue perfecto y conseguimos lo que más nos interesaba secuestrar”, explicó Chit.

No se descarta que el fiscal federal Pablo Camuña, después de que se probara la participación del condenado en otra red, decida solicitar su traslado a otro pena en otra jurisdicción.

Modus operandi

Paralelamente, otros efectivos de la PSA realizaron siete allanamientos en diferentes puntos de la ciudad. Lograron rescatar a las seis jóvenes que sospechaban que estaban siendo explotadas sexualmente. Sin embargo, cuando se realizaba una de las medidas, una chica se acercó a a los uniformados y les avisó que ella también era una víctima. En total, fueron siete las mujeres rescatadas. Todas eran tucumanas mayores de edad. Ya están siendo atendidas por los programas que hay para protegerlas.

Chit reconoció que con esta investigación se encontró con el sistema que están utilizando estas organizaciones desde que se prohibió la explotación sexual. Los líderes alquilan departamentos céntricos para que las víctimas atiendan a sus clientes. “Cuando realizamos los allanamientos los vecinos nos comentaron cómo eran los movimientos. También nos dijeron que era común el ir y venir de hombres y que muchas veces se registraban incidentes”, explicó una fuente de la investigación.

Hubo otras similitudes con casos anteriores. El reclutamiento, mediante engaños, y realizaban el ofrecimiento de servicios sexuales a través de redes sociales. “Eso ya es un modus operandi característico de estas organizaciones”, resumió el fiscal federal a LA GACETA.

Las novedades

El agente revelador aportó un dato clave para los especialistas en este tipo de actividad ilícita. Esta red de explotación sexual utilizaba las billeteras virtuales para cobrar los servicios a los clientes de la víctima. Con este sistema, los acusados se aseguraban la posibilidad de no manejar dinero en efectivo.

Se llamaba “Libro de pases” al cuaderno que eran utilizados en los prostíbulos para anotar todos los movimientos que había en esos lugares. Además de novedades, los responsables llevaban la cuenta de los servicios que realizaban las víctimas. Esta organización no contaba con ese elemento, pero en las billeteras virtuales quedaron registrados los movimientos que tenían las explotadas y la identidad de las personas que pagaban los servicios. Chit dijo que la investigación todavía no terminó.

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