Por Rodolfo Casen
08 Abril 2023
FOTO LA GACETA / Osvaldo Ripoll
Las emociones se multiplican en la nueva representación teatral de La Pasión de Cristo, que se revive en el predio Ojo de Agua de Tafi del Valle. Hoy la obra se repite a partir de las 16. Es la principal atracción que ofrece la villa turística que, en este fin de semana, se colmó de visitantes.
Además de la teatralización de la vida y muerte de Jesús, en el Complejo Deportivo municipal desde esta mañana se desarrolla la novena edición de la "Fiesta del Agricultor", que congrega a pequeños cultivadores que exhiben sus producciones hortícolas.
FOTO LA GACETA / Osvaldo Ripoll
A las 15, se inicia un espectáculo folclórico que se extenderán hasta la noche. Mañana se prevé la realización en el mismo predio de la "XV° Fiesta Regional del Lazo". También los turistas podrán disfrutar a partir del mediodía de un concurso de enlazada y pialada, de un desfile de agrupaciones gauchas, de distintos números musicales. Podrán además saborear una variedad de comidas criollas.
La representación de la Pasión
Ayer una multitud, estimada en 15.000 personas, lloró y aplaudió los pasajes dramáticos de una obra que, se pensó, iba a sentir la ausencia entrañable de su baluarte, el extinto actor y director Carlos Kanan.
FOTO LA GACETA / Osvaldo Ripoll
El artista falleció el 8 de marzo pasado, a los 85 años. Sin embargo su voz, como desprendida del cielo, le volvió a dar vida al Mesías, interpretado por Benjamín Tannuré Godward, también a cargo de la dirección artística junto a Yanina Chávez y Lourdes Salas.
“Es un año muy emotivo, distinto. Tener que actuar y estar a cargo de la dirección, me permitió darme cuenta del enorme trabajo de Carlos. Tres lo tuvimos que reemplazar” apuntó Benjamín.
“Estamos muy contentos y seguro que él estaba presente. Para mí es un gran honor dar vida al texto de Jesús, con su voz que lo hará eterno. Aparte lo acompañan en la banda sonora grandes glorias del radioteatro” añadió.
FOTO LA GACETA / Osvaldo Ripoll
“Afortunadamente todo salió muy bien”, festejó. Ayer el clima a primera hora parecía que iba a frustrar una jornada con muchas expectativas. Lluvia y truenos alimentaron malos presagios. Pero pronto, a media mañana, el cielo se despejó y asomó un sol que le dio luz y calidez al día. Además desnudó unos cerros que deslumbraron por el blanco intenso que pintó la granizada de la noche. “Fue una ayuda venida del cielo” remató el actor.
Un relieve privilegiado de los cerros
La obra comienza exactamente a las 16 y dura dos horas. El acceso al predio se transforma en un caos. Por esa razón, se recomienda concurrir con bastante tiempo de antelación y ganar espacio en los amplios estacionamientos disponibles. La salida también se constituye en otro drama ante la enorme cantidad de rodados.
Aunque la entrada es gratis, la comunidad originaria de Ojo de Agua tiene a cargo el cobro del ingreso de los vehículos. El atractivo relieve natural, rodeado de cerros pintorescos, se complementa con la escenografía que reconstruyó parte del escenario en que fue juzgado Jesús (la Torre de David en Jerusalén) que se vino utilizando años atrás.
FOTO LA GACETA / Osvaldo Ripoll
Las laderas de las elevaciones se constituyeron en un sitio privilegiado para seguir las secuencias de la obra. Parecían un verdadero hormiguero humano. En los alrededores fueron desplegados casi un centenar de efectivos de la policía de la provincia, personal municipal, de Defensa Civil y de los bomberos voluntarios. Además se instaló una carpa de la salud con médicos y enfermeros para asistir a los asistentes en caso de emergencia. Tres ambulancias permanecieron alertas.
El movimiento económico
“Este es un gran esfuerzo que realizamos para mantener una propuesta teatral religiosa que atrae todos los años a miles de personas a esta villa. De esta manera hacemos un aporte al movimiento económico del lugar” apuntó Francisco Caliva, intendente local presente en la representación de La Pasión.
“El de hoy fue un hermoso homenaje a mi padre. Gracias a los actores que mantuvieron viva la llama de su espíritu y el cariño que le brindaron. Ahora me estoy enterando de todo lo que él dejó aquí. De cuanto la gente lo quiere. Escuchar su voz me llenó de alegría. Porque tiene el consuelo de saber que sigue vivo con lo que construyó” dijo Irma Kanan, hija del fallecido director teatral. Marcelo, su otro hijo, estuvo a cargo de la producción. El hombre valoró el reconocimiento de la gente al legado de su padre que, dijo, “tiene la impronta natural del verdadero actor que, pese a todo, impone el principio de que la función debe continuar”.
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