¿Cómo impacta el dólar agro en las economías regionales?

Los sectores que aprovecharán el tipo de cambio diferencial en una temporada productivamente difícil, según el Ieral.

¿Cómo impacta el dólar agro en las economías regionales?

Más que incrementar exportaciones de las economías regionales, el programa que puso en marcha el ministro de Economía Sergio Massa para darle curso al “dólar agro” parece destinado a evitar que disminuyan. El atraso cambiario estaba impactando de lleno en este segmento, ya que los precios internacionales no lo favorecieron en los últimos dos años, como sí ocurrió con los productos vinculados a la región pampeana, sostiene el economista del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), Daniel Day.

Con la operatoria, el Banco Central compra dólares a los exportadores a un precio superior al oficial. La novedad es que, en esta tercera versión, se incluyen varios productos de economías regionales.  Al ofrecer un precio mayor al oficial a ciertos exportadores, el BCRA está incentivando el adelanto de una parte de las ventas al exterior pero, para hacerlo, se requiere que el sector privado cuente con stocks disponibles de sus productos, y que éstos sean relativamente fáciles de colocar en el mercado externo. Esas dos condiciones se cumplieron para el caso de la soja en los programas anteriores, existiendo stocks (en silobolsas) y por ser un commodity (fácil de vender), recuerda el investigador. 

Además, es un sector que genera gran volumen de dólares (un 30% de las exportaciones totales). En cambio, las dos condiciones mencionadas no se cumplen en las economías regionales, salvo algunas pocas excepciones, acota. Hay una infinidad de productos, y no está claro que existan excedentes de stocks en el presente. Algunos productos regionales son commodities, pero otros no tanto. Si el producto es diferenciado, la operatoria es distinta a la de la soja. El proceso de venta depende de la demanda existente en la otra punta, en general un distribuidor, que toma decisiones en función del comportamiento del mercado externo en el que actúa. “Es decir, no es tan rápida la colocación de esos productos. Por otro lado, excluyendo soja y principales granos (trigo, maíz), el resto de las actividades agroindustriales del país (entre ellas la azucarera) explican un 6% de las exportaciones totales”, puntualiza el economista del instituto que depende de la Fundación Mediterránea.  

¿Qué sectores de las economías regionales podrán aprovechar mejor el programa? 

Claramente, los que exportan más durante el período abril/agosto. Entre los que se producen en Tucumán se destacan los limones (fruta fresca), aceite y jugo de limón, azúcar, porotos y vinos fraccionados, entre otros. Por lo tanto, podrían aprovechar el tipo de cambio a $ 300.

Otro elemento a considerar, según Day, es la posibilidad o no de concretar operaciones de exportación antes del cierre de la ventana del tipo de cambio especial, en agosto. ¿Cuán afectadas están las economías regionales por un dólar atrasado? El economista dice que este es un punto clave, con evidencias de crecientes problemas de rentabilidad en buena parte de las economías regionales. El período de 2018 a 2020 se caracterizó por un nivel relativamente elevado del tipo de cambio real. Sin embargo, a partir de allí se registran tres fenómenos:

• La cotización del dólar oficial aumentó menos que la inflación en el periodo 2021 y primera mitad del año siguiente. El dólar de inicios de 2021 fue equivalente a $ 265 a precios de hoy, por lo que en poco más de dos años ha perdido un 20 % de poder de compra.

• El atraso del dólar oficial de los últimos dos años encontró cierta compensación para la región pampeana, por la suba de los precios internacionales de la soja y los cereales.

• Sin embargo, la dinámica alcista de los precios internacionales no se extendió a los productos de economías regionales, por lo que el atraso cambiario las afectó de modo directo. Los precios vinculados con el agro pampeano han subido un 58%, o sea, 37 puntos porcentuales por encima de la variación promedio de los precios vinculados a economías regionales

Una pregunta es si el dólar oficial está realmente atrasado. Según los datos del Ieral, el dólar actual es similar al registrado a mediados de 2010, un par de años previo al estancamiento económico, con caída en las exportaciones nacionales. Otros datos permiten poner en contexto la cuestión cambiaria:

• La presencia del dólar blue: ¿por qué cobrar un dólar de $ 210, si en el mercado se vende a casi el doble? Las acusaciones de sub-facturación de exportación son explicadas por esa brecha. Además, las restricciones para importar insumos y productos contribuyen a aquella sensación.

• Problemas de cosechas: en estos tiempos algunos sectores han sufrido fuertes caídas en sus cosechas. Eso se traduce en menores exportaciones y, por ende, en la necesidad de un mayor precio para mantenerse competitivos. La menor cosecha también puede traducirse en mayores costos, al escasear la materia prima, como en el caso del vino, que también lo hace menos competitivo en relación al mundo.

• Menor productividad: a nivel general, disminuyó la productividad argentina, entre ellos por el bajo nivel de inversiones y por una economía más cerrada, que restringe la entrada de nuevos equipos y tecnología. En el agro del interior es se observa con campos en los que se deja de invertir (siguen produciendo, pero con menores rendimientos).

• Mayor incremento en otros costos: lo usual es que, si el dólar se atrasa, los costos salariales en dólares se incrementan. Sin embargo, hay otros costos relevantes que se han incrementado fuertemente en dólares en los dos últimos años. Se mencionan dos: el de logística (mayor costo del gasoil) y el de insumos dolarizados, como los fertilizantes.

Volviendo al programa, la impresión es que un dólar de $ 300 es factor de competitividad cambiaria. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la muy elevada inflación habrá de licuar el poder adquisitivo del tipo de cambio a lo largo de estos cinco meses, expresa Day. En economía, plantea el experto, a veces lo relevante no es tanto si un precio es bajo, sino la velocidad al que disminuye. “Clarísimo en este caso, con un dólar oficial que se atrasó abruptamente en menos de dos años. A eso suma que, en el caso de las economías regionales, sus precios no tuvieron los aumentos que se registraron en soja y cereales”, compara. Además, la situación se ha agravado por menores cosechas.

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