Crimen de Manuel Mohamed: la versión del acusado no encuentra sustento

Luis Carlos Valdez hizo graves acusaciones contra la víctima, pero hasta el momento no pudo probar sus dichos. Los peritos rebaten su teoría

EN EL JUICIO. Luis Carlos Valdez junto a la defensora oficial, Marta Toledo, escucharon declarar a los peritos. EN EL JUICIO. Luis Carlos Valdez junto a la defensora oficial, Marta Toledo, escucharon declarar a los peritos. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

Las pruebas siguen complicando al imputado del crimen del jubilado Manuel Mohamed(79 años). Al comenzar el juicio, Luis Carlos Valdez, acusado de homicidio simple porque habría matado a Mohamed de una pedrada en la cabeza, dio una versión difamatoria sobre la víctima con dichos que hasta el momento no logró sustentar. Podría entenderse que su situación empeora si tenemos en cuenta que ayer varios testigos fueron derrumbando partes de su argumento.

Valdez declaró que conoció a Mohamed en un grupo de parejas de Facebook. Explicó que salió con él cuatro o cinco veces para conocerse y también porque el jubilado habría contratado al imputado -que era guardia de seguridad privada- como custodio.

Contó que el 8 de julio, día del hecho, Mohamed habría cometido un hecho gravísimo contra un tercero, pero no presentó ninguna prueba al respecto. Por ese supuesto hecho el anciano habría sido agredido y eso lo habría hecho enojar. Explicó que luego fueron hasta un sendero cercano al río Tapia para tener relaciones. Sostuvo que en ese momento Mohamed sacó una navaja y comenzó a hacerle cortes y que como él tendría una discapacidad en su mano, no pudo desarmar al jubilado y terminó pegándole con una piedra en la cabeza. Aclaró que el golpe no lo habría matado y que Mohamed se fue con otras personas que había en el lugar.

La hija de la víctima, Guadalupe Mohamed, la primera testigo en declarar, adelantó que no creían nada de la versión del acusado y sostuvo que probablemente mataron a su padre para robarle sus cosas. “Este asesino salió en los medios mancillando el nombre de mi padre y humillando a nuestra familia”, aseveró la mujer, que confía en que este juicio se pondrá en evidencia que el imputado solo dijo calumnias.

Las pruebas

Mohamed necesitaba un bastón para movilizarse. El terreno donde fue encontrado su cuerpo, dicen los peritos, era de difícil acceso, lo cual fue un primer indicio para sospechar que difícilmente la víctima haya caminado hasta ahí (319 metros desde la ruta). Ayer, además, el médico que realizó la autopsia explicó que por las lesiones óseas que constató en el cráneo, la gravedad del impacto habría matado casi en el acto a la víctima.

También declaró ayer Maira Vera, quien dijo haber tenido una relación abierta con Valdez durante esa época. Contó que se conocieron por una aplicación de citas, que el acusado decía ser policía y que el 10 de julio se vieron. Ese día él le pidió que le guardara una mochila con un teléfono (era de la víctima). La mujer accedió, pero descubrió que a los pocos días Valdez era buscado por homicidio y decidió entregar el bolso a la Policía. El teléfono estaba envuelto en un material especial para que los investigadores no pudieran rastrearlo.

Luego declaró también el médico Santiago Anzorena, quien realizó el examen psicofísico de Valdez. Explicó que el acusado no presenta enfermedad mental y que es consciente de sus actos. Además señaló que no percibió ninguna discapacidad motriz del imputado y que Valdez tampoco le refirió el presunto problema que tendría en la mano.

El encargado de la sección Análisis Criminal del ECIF, Marcelo Salla, indicó que las cámaras de seguridad fueron las primeras en complicar a Valdez, quien fue captado horas después del crimen conduciendo el auto de la víctima. Luego detalló sobre el análisis del celular del acusado. Por pedido de la auxiliar fiscal Luz Becerra, explicó que en el dispositivo de Valdez había conversaciones preguntándole a otro usuario cómo borrar una cuenta de un teléfono. “Por las celdas de las antenas, pudimos determinar que los celulares de Valdez y Mohamed estuvieron cerca ese día”, informó.

Salla además informó que el 13 de julio, antes de ser arrestado, Valdez buscó y leyó la noticia de que habían encontrado el cuerpo de Mohamed. La abogada querellante, Ileana Battaglia, le pidió que leyera el informe que había elaborado el perito para confirmar cuántas veces revisó esa crónica: al menos seis veces.

Hoy los jueces Elizabeth Raddi, Facundo Maggio y Soledad Hernández escucharán al último testigo (un psiquiatra) y luego comenzará la ronda de alegatos. Valdez además tendrá la oportunidad de declarar por última vez.

Disconforme con todos: Valdez pidió cambiar de defensa pero luego se arrepintió

Por pedido de la testigo Maira Vera, quien es ex pareja del acusado, Luis Carlos Valdez debió retirarse de la sala y escuchar el testimonio vía Zoom. El imputado le pidió a la defensora oficial Marta Toledo y al auxiliar Joaquín Villanueva que se le hicieran ciertas preguntas a la mujer, pero quedó disconforme con el cuestionario y pidió cambiar de defensa. Los acusadores se opusieron, remarcaron que a lo largo del proceso Valdez se quejó de todos sus defensores: cuestionó al defensor oficial Julio Plaza, luego a un defensor particular que terminó dejando el caso y ahora hacía lo mismo con Toledo. El acusado, a regañadientes, finalmente cambió de opinión y desistió de su planteo. De todas maneras, el tribunal deliberó y no encontró sustento en que el acusado esté siendo mal defendido. De hecho, el primer día, cuando la hija de Mohamed planteó que a su padre podían haberlo matado para robarle sus cosas, la defensa actuó rápido y con un par de preguntas planteó la duda de que ese haya sido el motivo. No se trata de un detalle menor sino que es la diferencia por la cual hoy Valdez afronta una acusación por homicidio simple (pena de hasta 25 años) y no de homicidio criminis causae (pena de prisión perpetua).

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