La Corte le toma examen a la Corte

Corte Suprema de Justicia de la Nación. Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Entonces, ¿quién defiende la institucionalidad en Tucumán? Más aún, ¿quién interpreta como corresponde la Constitución de la Provincia? Porque, más allá de la lecturas políticas y efectos electorales de la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -suspensión de los comicios-, se evidencia que el máximo tribunal pone en tela de juicio la habilitación de la candidatura a vicegobernador de Juan Manzur por parte de la Justicia local. Si bien resta resolver la cuestión de fondo, el hecho de haber frenado la votación es un indicio de lo que finalmente puede ocurrir: que el oficialismo deba cambiar el compañero de Osvaldo Jaldo en la fórmula del Frente de Todos. En síntesis, la Corte nacional le toma examen a su par tucumana y, en la primera bolilla nomás, le llamó la atención anticipándole que no está tomando el camino correcto. Siguiendo esa línea, Horacio Rosatti, Carlos Fernando Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda les mandarían un mensaje a Daniel Leiva, Antonio Estofán y a Eleonora Rodríguez Campos, que son los vocales de la Corte tucumana que hicieron lugar al recurso de Manzur para poder aspirar a la vicegobernación. Cabe recordar que los vocales Claudia Sbdar y Daniel Posse votaron en disidencia. La Provincia tiene cinco días para responder al máximo tribunal, un plazo que le fijó la Corte y que vence el 14, justo el día de la elección. La ley nacional 16.986 determina que el plazo fijado para contestar debe ser prudencial, sin dar más precisiones. Esta especie de urgencia quedó sin fuerza cuando la Junta Electoral de la Provincia resolvió suspender los comicios del domingo, aunque igualmente el PE o Manzur tienen que responder hasta ese día. Además, cabe mencionar que la decisión de la Corte de la Nación es escueta: suspende los comicios hasta tanto se dicte un pronunciamiento definitivo. No abunda más. Sin embargo, allí se lee que Rosenkrantz da por sentado en el texto un pronunciamiento que figura en la medida que suspende la elección de San Juan. Dijo más de lo que piensa al respecto de las postulaciones de Manzur y de Sergio Uñac; desliza que no hay que posibilitar que una persona se perpetúe en el poder. Si finalmente va por allí la resolución final, la postulación de Manzur ya tiene un final cantado. Sólo habrá que esperar los argumentos jurídicos para interpretar la Constitución de una forma distinta a la que hicieron los magistrados tucumanos. Esa lectura no sólo captará la atención de los entendidos y especialistas en materia judicial sino que la decisión en sí misma tendrá más lecturas políticas. Porque Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda provocaron un tembladeral político que desacomodó principalmente al Gobierno y llevó alegría al corazón de los opositores. Las primeras reacciones del oficialismo, especialmente del nacional -enfrascado en una lucha con la Corte-, fueron de ataque político a los magistrados. Por esos lares también hubo críticas, pero los principales protagonistas, después de unas primeras horas de zozobra y de tensión -en las que se elucubraron las más extremistas respuestas-, se optó por acatar el fallo de la Corte y esperar que se decida la cuestión de fondo para seguir avanzando con el proceso electoral. Una manera de desensillar hasta que aclare o de pensar más con la cabeza fría, porque decir y actuar en caliente hubiera sido darle más ventajas a la oposición que tenía más de una razón para festejar, en especial Alfaro, el promotor del planteo judicial. En el medio de la intranquilidad de unos y de las celebraciones de otros, hubo un par de movidas para sacar mejor partida de la situación: la oposición pidió que se vote igual el domingo para las restantes categorías -a río revuelto ganancia de pescadores- y desde la Junta Electoral, afín al oficialismo, se dispuso suspender los comicios. Una consecuencia del actuar más en frío.

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