El robo de una planta de marihuana sería el motivo de un crimen

Por la disputa de flores de la cannabis se registraron tres homicidios en los dos últimos Años. Le dictaron la preventiva al acusado

BUSCANDO EVIDENCIA. Los peritos del ECIF trabajan en el lugar donde fue asesinada una mujer que intentó frenar una pelea vecinal BUSCANDO EVIDENCIA. Los peritos del ECIF trabajan en el lugar donde fue asesinada una mujer que intentó frenar una pelea vecinal

El crimen del Manantial parece estar esclarecido. Al acusado de haber matado a una mujer el domingo de un disparo en el estómago, se le dictó la prisión preventiva por cuatro meses. En la audiencia desarrollada ayer finalmente se conocieron los motivos que originaron la pelea: el robo de una planta de marihuana para extraer las flores. Esta es la tercera muerte que se registra con este móvil en los dos últimos años.

El domingo, cerca de las 13.30, hubo un incidente entre dos familias que viven en la misma cuadra y que están emparentadas entre sí. Cinco jóvenes a bordo de dos motos se presentaron en un domicilio a buscar al yerno de la dueña de la casa. En medio de la trifulca, del interior de la vivienda salió Luciana Rodríguez (35 años) para intentar frenar a los atacantes. Uno de ellos efectuó un disparo que la hirió mortalmente. Después de que las autoridades solicitaran su detención, se presentó ante las autoridades Rodrigo Tomás Molina (20)

Hasta ayer los motivos que podrían haber generado la pelea vecinal eran desconocidos. Sin embargo, en la audiencia indicaron que todo se habría iniciado porque un allegado a la víctima habría sustraído una planta de marihuana de la casa de otro residente de la cuadra días antes de que se registrara el crimen. “Esa es la declaración de un testigo; en los próximos días él pedirá contar su verdad de los hechos”, explicó Víctor Padilla, defensor del acusado.

Más allá del móvil, el auxiliar Lucas Maggio, siguiendo las instrucciones del fiscal Diego López Bustos fue categórico a la hora de calificar el crimen. “Se trata de un suceso que ocurrió con pluralidad de intervinientes, con una desproporción muy alta entre los agresores y la víctima. Se trataba de una mujer desarmada, que fue sorprendida en su propia casa a plena luz del día, con presencia de niños en el lugar. Esto constituye el desprecio del imputado por la integridad de las personas; se atentó contra el bien jurídico más preciado que es la vida”, alegó el representante del Ministerio Público.

El primer caso

Este es el tercer crimen que se registra por una disputa por marihuana en la provincia en los últimos 24 meses. La primera data del sábado 24 de abril de 2021. Ese día, Luis Eduardo Liberatore (21) había pactado la venta de un frasco de marihuana a través de Instagram con dos desconocidos. Acordaron realizar la transacción en una plaza de Villa Alem.

Al llegar, se produjo una discusión entre los protagonistas de la operación. Uno de los compradores le asestó una puñalada al vendedor, se apoderó de la droga y luego huyeron con la sustancia. A los días, por una investigación realizada por López Bustos, fueron apresados Gerardo “Turri” Agüero (21) y Hernán “Tony” Tejada (21).

Durante la pesquisa, la fiscalía logró probar que los imputados, al no tener dinero, habrían ido directamente a quedarse con las flores. Tejada, a través de un juicio abreviado, fue condenado a nueve años, mientras que Agüero, que decidió llegar hasta un debate oral, recibió la pena de 15 años.

El “Crimen de las flores”

El segundo caso generó más conmoción aún. El 26 de mayo de 2021, Darío Esteban Brito Chía, fue asesinado de cuatro balazos en medio de un confuso episodio que se registró en España al 900.

Con el correr de las horas se fueron conociendo los detalles del caso. La víctima, junto a José Luis Morales y Luciano Giudice, había acordado la compra de 300 gramos de flores de marihuana con Santiago Hayward. El vendedor se acercó al vehículo en el que se movilizaban los compradores, acompañado por su hermano Mariano.

Santiago se subió al auto y Brito Chía, utilizando un arma de juguete (que no fue hallada después por los policías), lo amenazó y le dijo que se trataba de un robo. El hermano, al pensar que la vida de su pariente corría peligro, disparó el arma que tenía, provocándole heridas mortales.

Después de un intenso proceso, en diciembre de ese año, el fiscal Carlos Sale cerró el caso.

A través de juicio abreviado, se resolvió condenar a tres años de prisión condicional a Mariano Hayward por homicidio en exceso de la legítima defensa. Mientras que Santiago fue absuelto, aunque el representante del Ministerio Público Fiscal envió una copia del expediente para que sea investigado por comercialización de drogas, ya que la ley de narcomenudeo no había entrado aún en vigencia. Además, la familia de la víctima, representada por José María Molina y Ernesto García Biagosh, aceptó una reparación económica.

Fuentes judiciales informaron que no se inició una causa contra Santiago Hayward, ya que no existían pruebas de que él haya vendido las flores. Los amigos de la víctima sí debieron afrontar un proceso por tenencia simple.

“Una cosa es la cannabis como sustancia medicinal reconocida mundialmente por sus efectos positivos en diferentes tratamientos, pero otra cosa es el negocio negro que existe por detrás, que nace justamente de politicas prohibicionistas y de prejuicios sociales”, explicó Patricio Char, especialista en la materia y defensor de los Hayward. “Creo que un mercado legal y regulado acabaría sin dudas con todo esto. Ya pasó con el alcohol y la ley seca y también sucede en los países donde es legal. No existe una mirada sin prejuicios ni siquiera desde las personas que de algún modo ocupan altos cargos”, finalizó.

Proceso complicado: el llamado “Crimen de las flores” dejó al descubierto una vieja polémica

En cada una de las audiencias que se desarrollaron por el llamado “Crimen de las flores” sobró emotividad. Fue un caso particular porque fue protagonizado por cinco jóvenes menores de 30 años, con toda una vida por delante. También puso en el centro de la escena temas que movilizan a los tucumanos: el crecimiento del mercado ilegal de flores de marihuana y la conveniencia, o no, de legalizar el consumo de cannabis.  “Una flor de marihuana no vale la vida de nadie. Me destruyó mi vida, me destruyó la familia, me dejó sin el hermano mayor de siete hijos. Una persona no lleva un arma de adorno y tampoco se disparan seis o siete tiros para asustar. Quiero que entienda que enterré a mi hijo en el día de su cumpleaños”, aseguró la madre de la víctima. El juez Eduardo González, que intervino en el caso, también dio a conocer su opinión sobre el tema: “es muy doloroso ver a jóvenes, con toda una vida por delante, involucrados en este tipo de situaciones. El flagelo de la droga es el que está llevando a cosas así. Son las consecuencias no queridas de este problema”.

Claves

El crecimiento del consumo de flores de marihuana fue de la mano del desarrollo del autocultivo de la cannabis.

Las flores o también “cogollos” tienen una mayor concentración de THC, que es el principal psicoactivo de la marihuana.

El valor de este producto con el “prensado” es inmensamente superior. El gramo de flor se cotiza a $1.000, el otro, $5.000 los 20 gramos.

El consumo de las flores, hasta hace no mucho tiempo, estaba reservado a sectores de poder adquisitivo alto. Ahora se popularizó.

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