14 Mayo 2023
En el padrón definitivo figuran 1.312.532 habilitados para votar. Se desconoce el nivel de participación que habrá en una elección en la que se renuevan 347 cargos provinciales. Lo que sí está confirmado es que la “concurrencia” será elevada dentro y fuera de los cuartos oscuros. Se estima que en las grandes ciudades el elector hallará alrededor de medio centenar de boletas para meter en el sobre. Y, en consecuencia, habrá un “batallón” de fiscales en cada escuela habilitadas para sufragar.
Ya sea por desconfianza de que les birlen votos en un descuido o durante el conteo, o por celos territoriales dentro de grandes acoples, especialmente en el oficialismo, hay listas que evalúan la posibilidad de llevar dos cuidadores de votos en algunas mesas. Candidatos del oficialismo y algunos de la oposición han manifestado fuera de micrófonos que tienen planeado implementar esta estrategia. ¿Es posible?
Voceros de la Junta Electoral Provincial remarcaron que solamente se autoriza a un fiscal por lista por cada una de las casi 3.800 mesas que se habilitarán en toda la provincia, además de un fiscal general por acople en cada escuela. Señalaron que no están al tanto de que se hayan realizado consultas formales para duplicar la cantidad de “veedores”. De todos modos, casi que descartaron que vayan autorizar esta posibilidad, principalmente porque tornaría aún más caótica la votación por la superpoblación del espacio físico.
El órgano a cargo de la fiscalización de los comicios indicó que se oficializaron 1.785 listas con 18.147 postulantes, repartidas en las secciones Capital, Este y Oeste. De acuerdo a las estimaciones, habrá ciudades en la que los votantes encuentren alrededor de 50 boletas en el cuarto oscuro. Debido a las características de los establecimientos, fuentes de la JEP estimaron que en la Capital, por ejemplo, haya urnas con 20 fiscales partidarios a su alrededor, además de las autoridades de mesa. “No creo que haya más porque si no es imposible manejarse”, acotaron.
En este sentido,lo que suele ocurrir es que dos o tres acoples acuerdan “compartir” un mismo fiscal. Por este motivo es que entienden que las postales que se verán en los establecimientos educativos será similares a las que se dieron en 2019. También resaltaron que no suele ser tan sencillo reunir tal cantidad de “veedores”, a pesar de que se están ofreciendo $ 10.000, en promedio, por dicha tarea.
Fuentes vinculadas a grandes acoples que participan en la Capital expresaron que esta intención o versión de dos fiscales por cada mesa surgió debido a la confluencia de distintas estructuras. Sostuvieron que está más relacionado a ciertos celos territoriales y el no querer dejar a ninguno de sus referentes afuera. Aclararon, no obstante, que estas discusiones se dan entre “los de abajo”. “No es una discusión de los de arriba, pero están tratando de resolverlo. No es nada grave, es todo charlable”, aseguraron.
Hay estructuras que buscan que los fiscales voten en el mismo establecimiento donde tendrán que custodiar las boletas. Ocurre que, según se comenta en la calle, hay espacios que están prometiendo entre $ 5.000 y $ 7.000 a los electores. Si se suma ese monto a lo que se abona por ser fiscal partidario, una persona podría hacerse de cerca de $ 20.000 en un día.
A los números por la fiscalización y los votos se debe sumar el alquiler de autos para el traslado de electores y los movilizadores (quienes se ocupan de buscarlos y acompañarlos a los establecimientos). Se calcula que un acople fuerte del oficialismo puede gastar unos $ 200 millones ese día y uno de la oposición, la mitad.
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