Reporte Rural: datos, el pilar para una buena decisión

A la hora de tomar una decisión para el corto, el mediano o el largo plazo, las estadísticas resultan un aliado imprescindible. En el ámbito de la agricultura y de la ganadería sería impensado avanzar con una política agropecuaria sin tener en cuenta las estimaciones. Los Gobiernos no solo deben tomar los análisis de las instituciones que se dedican a ello; sobre todo deben apoyarlas.

En muchas oportunidades, en esta columna hemos señalado que el mundo necesita más y mejores alimentos. Esto se debe a que la población mundial es cada vez mayor; pero, además, a que hoy los consumidores cada vez buscan una mayor calidad de alimentos, que no solo les sirvan para cubrir una necesidad básica, sino también para alguna satisfacción personal. Y para ello están dispuestos a pagar, a fin de darse el gusto, alimentándose más y mejor.

Se calcula que la población mundial superará los 9.000 millones en 20 años y que, para ello, se precisarán producir más alimentos, con un porcentaje de incremento de hasta un 70% de diversos productos para alimentar a todos los habitantes.

En la actual situación es necesario poder agudizar el ingenio para lograr, de alguna manera, que aumente, primero, la capacidad productiva de las tierras de cultivo -que su producción por unidad de superficie sea mayor-. Y para ello, el hombre de campo dispone de diferentes herramientas tecnológicas que ayudarán a dar este gran paso.

En este sentido, diferentes organizaciones mundiales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), trabajan en procura de aumentar la producción de alimentos en el mundo. A la vez, empresas de diversa índole también aportan diferentes herramientas para lograr ese objetivo.

La posibilidad de sumar nuevas tierras, que cada vez son menores, es poco probable si pretendemos cuidar el ambiente. Sobre todo, si queremos conservar las diversas zonas que nunca fueron explotadas.

Sí se está trabajando en lograr que tierras inservibles puedan ser recuperadas para una nueva actividad agropecuaria. Y para ello, se debe pensar en invertir.

Lo cierto es que en el mundo actual existe una innumerable cantidad de herramientas para lograr producir más y mejor. En particular, debemos siempre tener en cuenta una a la hora de la toma de decisiones; sobre todo las referidas a la política agrícola ganadera de cualquier país, región o provincia: las estadísticas y estimaciones agropecuarias.

Tucumán, la región y el país tienen cultivos muy sensibles a las variaciones productivas, sobre todo a lo que realmente se siembra y se produce, que se dan por diversas situaciones propias de la economía y del ambiente.

Debido a ello las estimaciones productivas de diversa índole son herramientas fundamentales para que los Gobiernos y los sectores puedan tomar decisiones transcendentales para el desenvolvimiento normal de la actividad.

Uno de las actividades agroindustriales de mayor trascendencia para nuestra provincia y para el NOA -cuya producción lleva mucho tiempo y esfuerzo determinar- es la azucarera. Con aquellas herramientas se pueden tomar decisiones de exportación y producción de alcohol para mantener un mercado interno estable del cual depende toda la actividad.

Días pasados se llevó a cabo una interesante charla para festejar los 10 años del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán (Ipaat) sobre el mercado mundial y sobre cuál puede ser el papel de la agroindustria sucroalcoholera nacional en el contexto regional e internacional. Durante casi toda la charla se mostraron datos estadísticos de gran importancia.

En el caso del país, para la producción de granos, como soja, maíz y trigo, se necesita de estimaciones precisas y certeras, para decidir sobre cuál será el futuro del pilar de la actividad agropecuaria nacional.

Lo cierto es que en todo lo vinculado a números en diferentes países del mundo existen organismos especializados en la recolección de datos estadísticos, que les permiten tener un diagnóstico real de lo que sucede puertas adentro de su territorio, en cuanto a número de explotaciones, a superficies sembradas, a rendimientos, a tecnología usada, a insumos utilizados, a animales en producción, a áreas dedicadas a pasturas y a un sinnúmero de ítems que integran un estudio global de la situación agroproductiva.

En la Argentina existen distintos organismos que se dedican a estos tipos de estudios de suma importancia para el sector productivo, entre los que se encuentran los datos estadísticos brindados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación; las Bolsas de Comercio y de Cereales de distintas provincias; las Direcciones de Estadísticas nacionales y provinciales, y los organismos de investigación agropecuaria ,que también se dedican a suministrar diferente información referida a estadísticas agropecuarias.

Respecto del azúcar, en nuestra región se cuenta con los trabajos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), del Ipaat, del Centro Azucarero Argentino, del Centro Azucarero Regional del Norte Argentino y del Centro Azucarero Regional de Tucumán, que permiten estimar, conocer y verificar que lo que se produce es real y certero.

Todas las actividades productivas deben ser totalmente transparentes para que el negocio sea para todos, por lo que la información que se pueda tener para conocer el estado de situación real de la actividad debe ser precisa y reflejar la verdad de lo que sucede, para que se puedan tomar decisiones certeras con el objetivo de mejorar la actividad.

Las estadísticas sirven a la hora de tomar decisiones políticas de corto, de mediano y de largo plazo. Pero serán buenas si la información que se maneja refleja lo que realmente sucede en una actividad. Se debe tener en cuenta la importancia de las estadísticas y valorar el trabajo realizado por estas organizaciones. Y, sobre todo, apoyarlas.

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