BRUSELAS, Bélgica.- Los dirigentes de la Unión Europea se reunieron en Bruselas, en una cumbre de dos días, en la que se definirá el futuro de la política del bloque respecto a Ucrania.
Ante el acuerdo de iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, y conceder a Georgia la condición de país aspirante, según anunció el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se erige la feroz oposición del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán para impedir las conversaciones de adhesión de Kiev y detener cualquier nuevo suministro de ayuda financiera y militar al país, actualmente en guerra con Rusia. Ambas decisiones requieren la unanimidad de los 27 Estados miembros, por lo que son vulnerables a los vetos nacionales.
Ucrania espera la aprobación de un fondo especial de 50.000 millones de euros de ayuda a largo plazo, vinculado a una revisión más amplia del presupuesto común de la UE.
Las relaciones con otros candidatos, como Moldavia, Georgia y Bosnia y Herzegovina, la guerra entre Israel y Hamas, la situación en la frontera entre Finlandia y Rusia, la migración, la seguridad y la defensa también figuran en el apretado orden del día.
La combativa campaña de Orbán se ha desarrollado a través de discursos públicos, campañas en carteles callejeros, mensajes en redes sociales, entrevistas en periódicos y en dos cartas dirigidas a Michel, en su carácter de presidente del Consejo Europeo.
“No es un secreto que este Consejo Europeo es difícil, pero no me rindo y trabajaremos mucho en las próximas horas. Y cuento con el sentido de la responsabilidad colectiva de todas las partes para hacernos más fuertes”, dijo Michel.
Entre otras quejas, Orban critica la evaluación de la Comisión Europea sobre la preparación de Ucrania para ingresar en el bloque. Según el Ejecutivo comunitario, Kiev ha cumplido cuatro de las siete reformas necesarias para iniciar las negociaciones, y se está trabajando en los ámbitos de la lucha contra la corrupción, la desoligarquización y los derechos de las minorías.
Orbán califica la evaluación de “infundada y mal preparada” y di ce que la eventual adhesión de Ucrania privaría a Hungría de miles de millones en fondos agrícolas y de cohesión. El húngaro propone una “asociación estratégica” con Ucrania como alternativa a la adhesión a la UE, aunque tarde años en materializarse.
“La ampliación no es una cuestión teórica, es un proceso basado en méritos y jurídicamente detallado, que tiene condiciones previas”, señaló. “Si no se cumplen las condiciones previas, no hay posibilidad de iniciar las negociaciones”, insistió.
El debate sobre la ampliación podría verse aún más obstaculizado por la petición de los “Amigos de los Balcanes Occidentales”, que reclaman que Bosnia y Herzegovina reciba el mismo trato que Ucrania y la posibilidad de iniciar las conversaciones de adhesión.
Pero el llamamiento de la coalición, en la que participan Hungría, Austria y la República Checa, entre otros, fue recibido con escepticismo por los países del Norte y Occidente, que creen que Bosnia no está ni cerca de cumplir las reformas impuestas por la Comisión.