Durante esta semana se realizó el congreso Maizar 2024. Un tema que llamó particularmente la atención de los presentes fue el tratamiento durante las disertaciones de los efectos del achaparramiento del maíz, por medio de su insecto vector, dalbulus maidis.
Esta plaga, propia de zonas con climas tropicales y subtropicales, registró esta campaña un aumento poblacional extraordinario en zonas templadas, donde históricamente se hallaba en poblaciones muy bajas, y no constituía una preocupación.
En este sentido en el Maizar se dio un intercambio de información entre instituciones públicas y privadas, a fin de construir un conocimiento completo y actualizado de la situación en las distintas regiones. Además, se analizaron acciones agronómicas que puedan servir para generar estrategias de manejo, como fechas de siembra y tratamiento de semillas.
Del congreso también participaron técnicos de la sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, que mostraron las investigaciones que realizan desde hace tiempo, sobre la problemática.
Es bueno destacar que la Eeaoc y las organizaciones que la acompañan en estos trabajos -como los Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria (CREA)- están convencidos de que la chicharrita es un problema grave y, por ende, se la debe enfrentar.
A raíz de ello, y debido al incremento poblacional de dalbulus maidis y al aumento de la incidencia de las enfermedades trasmitidas por este vector sobre el maíz, durante las últimas campañas, la Eeaoc y los grupos CREA del NOA establecieron un proyecto para el estudio de la chicharrita que abarcará los próximos tres años.
El proyecto aborda aspectos bioecológicos de la plaga, su impacto sobre el cultivo y el desarrollo de estrategias para el manejo de esta nueva amenaza del maíz en nuestra región.
El estudio de la fluctuación poblacional indica que entre diciembre de 2023 y abril de 2024 se registró un aumento muy importante, tanto en San Agustín como en Los Altos. Además, se observó un elevado incremento de la infectividad del insecto.
El trabajo también determinó que las siembras escalonadas de maíz acrecientan la población del vector, e inciden fuertemente sobre su infectividad. En este sentido, se dieron a conocer las etapas más susceptibles del maíz, durante las cuales las plantas se contaminan con la enfermedad: el achaparramiento golpea con mayor gravedad al maíz cuando la infección ocurre en etapas tempranas del cultivo.
Los trabajos que se realizan de manera conjunta entre la Eeaoc y CREA incluyen los tratamientos de semillas, la evaluación de diferentes principios activos en tratamientos de semillas y en tratamientos foliares. En este sentido, afirman que, debido a las características biológicas de la plaga, es necesario contar con un mayor número de alternativas -químicas y biológicas- para el manejo integral del vector en el cultivo, en grandes áreas o con manejo regional.
La chicharrita del maíz y el complejo de enfermedades trasmitidas por este vector son problemáticas endémicas de las zonas productoras del norte del país. Las altas poblaciones registradas en la actualidad determinan la necesidad de que se adopten medidas de manera integral y en toda la región, según la Eeaoc, los CREA NOA y el comité “Salvemos al Maíz”.
Para ello, piden que se trabaje en la reducción de las poblaciones del vector, en el control de las pérdidas de cosecha de los maíces, en el manejo de especies vegetales donde se refugia el vector, en la concentración de las fechas de siembra, en el monitoreo de las poblaciones y, por supuesto, en el vacío sanitario y en un plan de comunicación veraz y concreto.
Por suerte, estos temas ya fueron abordados en la reunión organizada y coordinada por la Secretaría de Producción de Tucumán, un par de semanas atrás. De esta participaron técnicos de diferentes organismos de investigación (INTA, Eeaoc, Instituto Lillo, UNT,), técnicos privados, productores, el comité “Salvemos al Maíz” y las autoridades de las provincias del NOA. Se debatió, y todos se llevaron deberes, que serán tratados nuevamente en la reunión que se dará durante la primera semana de junio, en Salta. El fin ulterior es generar estrategias de manejo regional que permitan lograr el objetivo de bajar las poblaciones de dalbulus maidis para mitigar los efectos del achaparramiento y producir maíz, un pilar en el sistema de producción sustentable del NOA.