El dólar "blue" no encuentra techo y subió por séptima rueda consecutiva, según un relevamiento de LA GACETA. Así finalizó a $1.145 para la compra y a $1.165 para la venta en la city tucumana. Se trata del valor más alto desde el pasado 4 de noviembre.

De esta manera, la brecha con el tipo de cambio oficial volvió a ampliarse y se posicionó en el 14%. En lo que va de diciembre, la divisa informal registra una ganancia de $45.

Para 2025, proyectan una inflación de 35,6% y un dólar a $1403

Los tipos de cambio financieros también experimentaron subas durante la jornada. El dólar MEP, herramienta que se utiliza para que los argentinos se dolaricen legalmente sin el cepo cambiario, subió 2,98% y terminó a $1.133,11. Mientras que el dólar Contado con Liquidación (CCL) saltó 2,66% y cotizó a $1.152,45.

El dólar oficial cerró a $1.002,50 parala compra y a $1.042,50 para la venta, según las pizarras del Banco Nación (BNA). El dólar tarjeta o turista, y el dólar ahorro (o solidario) escaló a $1.668. Vale recordar que la semana que viene se espera la eliminación definitiva del Impuesto PAIS, que le quitaría a este tipo de cambio el recargo del 30% sobre el valor del dólar oficial minorista.

Dólar.

Las razones tras la suba del dólar

Los analistas definen como "Síndrome de diciembre" las subas del "blue" y los dólares financieros. Con la llegada de la segunda quincena del mes, una época que históricamente se caracterizó por ser estacionalmente más demandante por la liquidez de pesos.

Además, las cotizaciones habían tocado el valor real más bajo desde junio de 2017 en los días previos y el recorte de tasas de interés le quitó cierto atractivo a los instrumentos en pesos, una combinación de factores que llevaron a los tipos de cambio libres a subir hasta $90 en las últimas cuatro ruedas.

"La magnitud de la suba del CCL no se veía desde julio pasado, en un contexto de apreciación nominal y real que tiene lugar desde mediados de ese mes. Si bien estamos en una época de aumento en la demanda estacional por liquidez en pesos, el cierre de posiciones de carry trade (posicionarse en instrumentos en pesos), que han dado fenomenales ganancias en los últimos meses, podría presionar la cotización. Dicho esto, recordamos que el dólar CCL en términos reales viene apreciándose fuertemente en los últimos meses y que la semana pasada casi alcanza su mínimo de la administración Macri", dijo Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, consignó La Nación. 

Estos rebotes llegan luego de que las cotizaciones libres registraran cinco meses consecutivos de caídas nominales. E incluso con la suba de los últimos días, el blue sigue $340 por debajo de mediados de julio (-29,3%), cuando tocó por primera vez los $1500. El MEP continúa con una caída acumulada de $316 (-28,7%) y el CCL de $309,5 (-27,6%).

“Yo lo llamo el síndrome de diciembre. En la Argentina, este mes presenta casi siempre dos segmentos muy marcados. La primera quincena, hay demanda de pesos, oferta de dólares y bajas en la cotización. Esto sucedió sobre todo en el blue. Pero en la segunda quincena, hay más demanda de dólares producto de que la gente tiene pesos en sus bolsillos, cobraron el aguinaldo, algunas gratificaciones, el adelanto de vacaciones, entre otros”, explicó Gustavo Quintana, operador de Cambios PR.

Para el analista, este año la demanda se hizo más intensa por dos razones. En primer lugar, por una mayor demanda estacional por turismo, en un contexto donde “pareciera que hay ventajas comparativas de veranear en el exterior”. Y en segundo lugar, porque hubo inversores que tuvieron “muy buenos resultados financieros” durante el año y ahora dolarizan las ganancias (una estrategia conocida como carry trade).

“Es un fenómeno estacional, que con frecuencia se repite en la Argentina. Las condiciones macroeconómicas no variaron significativamente, el orden fiscal y monetario se mantiene, no hay tensión cambiaria por expectativas de devaluación. Pareciera una corrección que esperábamos después de un período con bajas de precio algo intensas”, completó.

En el mismo apuntaron los analistas de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), quienes recordaron que la semana pasada el dólar contado con liquidación había tocado el valor real más bajo desde junio de 2017, al ajustar por el índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM). “Esta reacción a la baja nos había llamado la atención, porque el Banco Central (BCRA) había recortado la tasa de interés, y esto suele provocar el movimiento opuesto. Una hipótesis era que había inversores que veían espacio para que la tasa siga recortando ante la expectativa de una desaceleración inminente del crawling peg (devaluación controlada del dólar mayorista) de 2% a 1% en un contexto de inflación a la baja. En tal caso, podrían haberlo leído como la ‘última’ chance para hacer carry trade en un marco relativamente más atractivo”, señalaron.

Sin embargo, todavía hay algunos factores que siguen presionando a la baja sobre las cotizaciones libres, y que explicaron el “veranito cambiario” de los últimos meses. En parte, porque los exportadores liquidan un 20% de sus ventas al dólar contado con liqui (lo que suma diariamente oferta), y un 80% al tipo de cambio oficial mayorista. Otro tanto, porque el Gobierno anunció en julio que el Banco Central intervendrá sobre el mercado financiero a discreción.

“Se espera que la demanda del dólar informal se mantenga activa, producto de la estacionalidad relacionada con el turismo. Pero hay que tener en cuenta que el BCRA tiene con unos US$1700 millones para intervenir en el tipo de cambio financiero paralelo para esterilizar pesos. Y desde el Gobierno buscan que la brecha no supere el 10%”, dijo Ignacio Morales, analista de Wise Capital.