Los problemas que sufre el campo y a los que actualmente las autoridades nacionales y provinciales hacen oídos sordos concluirán en una nueva protesta, por la que no se comercializarán diferentes productos generados por el hombre de campo. A nivel país los reclamos son permanentes contra las políticas que aplica el Gobierno nacional, pero esto no solo atañe a los productores de la Pampa Húmeda sino que se extendió a todo el país, donde las economías regionales no están exentas.
Hay en nuestra provincia y región una trilla de soja terminada, el maíz se está levantando con resultados nefastos y la siembra de trigo es casi nula, por lo que los productores granarios, luego de la seca, se encuentran en una situación más que delicada. Los productores cañeros y los industriales azucareros se encuentran en una incertidumbre permanente, pues el precio del azúcar todavía no se acomoda hacia arriba; los números no cierran.
La actividad citrícola sigue con su campaña avanzando con cautela, ya que el mercado del fresco y la industria tienen precios clavados y los costos todavía siguen creciendo. Esta última situación es algo que golpea a todos los productores de la región, en la cual la inflación y la presión tributaria contribuyen a que el estado de incertidumbre siga creciendo.
Los productores tienen en claro que los aspectos climáticos ocurridos en general forman parte del juego y saben soportar estas situaciones que dependen pura y exclusivamente de la naturaleza.
Pero lo que genera una mayor tensión son aspectos relacionados a la pérdida total de competitividad manifiesta, de prácticamente todas las actividades.
Los productores y las entidades que los agrupan afirman que los parámetros que afectan a la competitividad de las empresas agropecuarias son el incremento de los costos de producción, el tipo de cambio desfasado, la fuerte carga tributaria, el avance sobre la renta y los altos fletes.
Hoy las economías regionales están muy golpeadas y si esta situación continua será muy difícil revertir la situación y los problemas de quebranto aparecerían rápidamente.
Pérdida de rentabilidad
Hace unos días se dio a conocer un estudio realizado por la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), de la cual la Federación Económica de Tucumán forma parte. Luego de una reunión en la que participaron más de un centenar de entidades que nuclean a productores agropecuarios de 20 provincias y de 40 complejos agroindustriales, se desprendió que seis de cada 10 explotaciones agropecuarias están con dificultades económicas por la constante pérdida de rentabilidad.
Se destaca que actividades como la apicultura, olivicultura, horticultura, yerbatera, algodonera, tabacalera, aromáticas, de granos, azucarera y vitivinícola están en riego por su falta de rentabilidad. Afirman que más de 156.000 explotaciones que forman parte de las economías regionales se encuentran en una situación crítica y que se necesita tomar decisiones políticas agropecuarias para salvarlas.
Todas tienen problemáticas similares y comunes que deben tener soluciones que contemplen el aspecto macroeconómico en el que se desarrollan y que permitan al productor recuperar competitividad.
En el informe están claramente reflejadas situaciones comunes, como la mínima participación del productor agropecuario en el valor generado por la venta final del producto. Otro es que los productores de economías regionales enfrentan un costo de logística y fletes que superan a otros productores y que la presión fiscal no solo nacional sino también la provincial, asfixia con fuerza a los productores regionales.
Por ello es importante que se ponga en marcha por parte del Gobierno nacional una política ferroviaria para el NOA que permita que los costos del flete disminuyan. Que todas las decisiones sobre políticas agropecuarias que se tomen de manera uniforme en todo el país no sean así, sino que se tenga en cuenta las diferencias que existen.
Es posible que las economías regionales no tengan importancia a nivel nacional, ya que por ejemplo la producción de granos en la región es del 6% del total producido en el país, pero su incidencia en el PBI local es importante. En Tucumán la producción de caña de azúcar, la citrícola y la de granos tienen vital importancia en la economía provincial y son netamente regionales, por lo que la vara con que se mide al país no debe ser la misma. Por eso es importante que las autoridades tengan en cuenta que el NOA y la provincia deben tener una política diferenciada para las producciones regionales, ya que si se mantiene este rumbo serán cada vez menos los productores que seguirán en el camino. Es fundamental que las autoridades provinciales sepan cómo hacer llegar estos considerandos a la Casa Rosada, para el bien de sus provincias.