Los productores son actores centrales en el uso de biotecnología en el campo. Por eso, LA GACETA Rural dialogó con Bernardo Frau, vicepresidente de la Cooperativa Unión y Progreso de La Ramada de Abajo (Burruyacu).
- ¿Los productores asociados usan la nueva tecnología en soja?
- La tecnología RR2 es muy nueva, este año recién salió al mercado; la compraron y están viendo los resultados. Los productores tienen una gran expectativa sobre sus resultados. Entienden que daría un mayor rendimiento, porque tiene un cierto control sobre las orugas. La siguen probando en los campos. Muchos productores la están adaptando a sus campos. Los que planifican soja y maíz, están dedicando entre un 10% y un 20% a utilizar soja Bt. En esta campaña muchos agricultores lograron un buen control de orugas y un mayor rinde, pero con tanta humedad ambiente y lluvias, se afectó la calidad de la semilla, tanto R1 como R2. Entonces, las semillas perdieron poder germinativo y sufrieron fuerte presión de hongos.
- Este fue un año complicado en el aspecto climático.
- El productor tenía muchas expectativas de, al final de campaña, poder guardar semilla para uso propio, pero este temporal que nos afecta desde hace bastante tiempo provoca que la semilla sea de menor calidad a la esperada. Por eso, no podrán guardarla por los daños que tiene. Entonces, estimo que, en 2015, los productores seguirán probando esta nueva tecnología en soja. Sí la sembrarán, pero en la misma proporción de este año.
- ¿Tiene una visión positiva sobre la biotecnología en el agro?
- Es lo que mandará en el futuro. Mi visión es favorable sobre el impacto que tendrá en el campo: los rendimientos serán mayores y disminuirán los problemas con las orugas. Pero hay productores que dicen que “es la tecnología para la oruga”, pero en Tucumán el “picudo negro” es nuestro mayor problema. Por eso, hay discusiones diarias sobre utilizar o no esta nueva tecnología.
Es necesario que esta nueva tecnología también se traduzca en menores costos de producción. Pero con la fuerte presión de “picudo” que estamos teniendo, donde necesitamos hacer entre cinco y siete aplicaciones para limitarlo, los costos son muy finos aún con esta tecnología. Por eso, seguirán las pruebas a campo.
- Ensayo sobre ensayo.
- Hay que seguir probando a campo, para ver la evolución y los usos según la zona productiva que se trate. Además, si en 2015 se usa la tecnología RR2, habría que pagar la regalía extendida por su utilización. Muchos productores están de acuerdo con pagar regalía y patente, pero aún no se cobró.
Si los costos son favorables, adoptarán las nuevas tecnología; pero si los costos son iguales o mayores, no la tomarán en el corto plazo. Pero a la larga, creo que todos los productores tomarán esta nueva tecnología.