El cierre de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner ha sido a toda inflación. Por un lado, los precios no se cuidaron tanto como en otras etapas, además de que el mercado estuvo muy sensible respecto de las declaraciones de los colaboradores del presidente Mauricio Macri. Un dólar a $ 15 ha sido la excusa suficiente como para que distintos sectores de la cadena de comercialización reajustaran los valores a una cotización de esa magnitud. Así se cierra este 2015 electoral, con un cambio de Gobierno y también de visión por parte de algunas consultoras hoy afines al macrismo. El propio Jorge Todesca, director de Finsoport, había calculado una variación inflacionaria del 27,4% anual hace dos meses y por tercer año consecutivo, de acuerdo con el reporte de la consultora que ahora deja Todesca, quie fue designado director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La inflación se desaceleró a lo largo de 2015 y cerraría el año en torno a 24% interanual. Hasta noviembre inclusive (último dato relevado) el Relevamiento de Precios Minoristas (RPM) exhibe un avance del 24%, motorizado por el aumento de los servicios ofrecidos por el sector privado, dice, por su parte, el reporte de la consultora Economía & Regiones (E&R). Particularmente, los reajustes se observaron con mayor profundidad en los precios de educación (40,6%), esparcimiento (38%) y medicina prepaga (33,2%), indica la consultora que, hasta no hace mucho tiempo, estuvo ligada al ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Del otro lado, los menores incrementos se observan en los productos y servicios más regulados por el gobierno como los servicios público de luz, gas y agua (4,2% interanual) y los combustibles (9,4%).
En resumidas cuentas, la actual inflación del 24% interanual esconde una dinámica de precios relativos muy heterogénea; es decir hay precios que aumentan muchos más que otros, según E&R.
Por un lado, los precios de los servicios ofrecidos por el sector privado exhiben los mayores incrementos, mientras que del otro lado, los bienes básicos y los servicios públicos presentan aumentos de precios menores al promedio. “Este comportamiento dispar se debe fundamentalmente al uso del tipo de cambio oficial como ancla nominal, lo que modera el avance del precio de los transables; y en menor medida; se debe a la caída de los precios internacionales de los commodities y el plan de precios cuidados”, puntualiza el informe privado.
El calendario
En principio, el calendario oficial del Indec establece que el organismo difundirá el viernes el dato que corresponde a noviembre del Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano (IPCNu). Sin embargo, el propio Todesca se encargó de aclarar que será revisado en estos días, lo que no significa que sea convalidado por la nueva conducción del organismo. “Vamos a ver si podemos darlo esta semana o nos tomamos unos días más para analizar”, explicó el flamante conductor del Indec.
La inflación no es lo único que inquieta a la cadena de comercialización de productos. Por ejemplo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) difundió ayer su Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), elaborado por el área de Economías Regionales de esa entidad.
Según ese relevamiento, la diferencia en el precio de los productos agropecuarios que paga el consumidor en góndola con respecto a lo que cobra el productor se multiplicó por 7,25 veces en noviembre, y afectó principalmente a las peras, la acelga, el arroz y las manzanas.
Según el IPOD, los productos más afectados por las distorsiones de precios en la cadena del mes fueron: la pera, con una brecha de 16,85 veces, seguido por la acelga de 16,16 veces, el arroz de 15,48 veces, la manzana roja de 14,85 veces, y la naranja de 8,96 veces.
“Si bien claramente hay productos que tienen estacionalidades, lo que se observa en el IPOD es que aún en épocas normales, las diferencias en algunos productos suelen ser excesivas, mientras que en otros, la estacionalidad afecta sólo al productor”, informó la entidad en un comunicado. En tanto, de los 20 alimentos agropecuarios que integran la canasta del IPOD relevados, en nueve la brecha entre el precio de origen y destino aumentó en noviembre, mientras que en 11 se redujo, lo que mejoró la situación frente a octubre.
El reporte establece las siguientes diferencias:
• El valor de origen de la leche fue calculado en $ 2,35, mientras que el de destino, es decir, el que se exhibe en góndola llega a promediar los $ 14,19 (seis veces más).
• El precio del limón, según la CAME, promedió los $ 5,50 el kilo de origen, mientras que en góndola llega a venderse a $ 20,24 (3,7 veces).
• A su vez, el valor de origen de la frutilla fue en noviembre de $ 12 el kilogramo, mientras que a destino cotiza a $ 34,13.
“Si bien hay productos que tienen estacionalidades, la situación en la Argentina va más allá de ese factor económico y hay problemas más estructurales que explican porqué lo que paga el consumidor multiplica en tantas veces al costo de producción primaria del producto”, dice el área de Economías Regionales.