La presencia de diferentes estados ninfales y de langostas voladoras en la región tripartita, en el sur provincial, preocupa a todos los productores de esa zona, ya que los daños se van multiplicando y los controles que se vienen realizando no son suficientes para su control.

Esta afirmación surgió en la reunión que se realizó el martes en el Senasa por parte de los productores presentes en ese momento.

No dudamos que los controles de esta plaga deben hacerse en conjunto con todas las provincias involucradas y por parte de los productores en general para que sea lo mas eficiente posible dijo en su momento José Ignacio Lobo Viaña, presidente de la SRT.

En este sentido el coordinador temático de la regional Senasa NOA Sur, Rafael Rodríguez Prados dijo que nuestro organismo no tiene barrera provinciales, por lo que los controles lo podemos hacer sin problemas en las diferentes regiones afectadas. “Tal es así que, en septiembre y octubre, aplicamos en más de 5.000 hectáreas, en diferentes zonas a los focos de langostas que íbamos encontrando. En la lucha que estamos haciendo contra esta plaga el productor pasa a ser un eslabón muy importante, pero a la vez un participe necesario, ya que sin su apoyo poco se puede hacer”, apuntó.

En la cadena de control todos los eslabones deben funcionar adecuadamente, pero deben estar articulados con una cabeza que los dirija y puedan sincronizarse las tareas de control. El productor debe tener en claro que en cuanto vea un foco de langosta debe aplicar los productos necesarios hasta que se logre el control mas efectivo posible.

Por otro lado el presidente del Ciazt (Colegio de Ingenieros Agrónomos), Julio Vallejo, dijo en la reunión que la información sobre cómo se mueve la plaga, en qué lugares se encuentra y cómo se vienen monitoreando y controlando la plaga es fundamental a la hora de la toma de decisiones. Agregó, además, que la langosta ataca por tierra y por aire con movimientos muchas veces imprevistos, por lo que es necesario mantener una comisión de emergencia que conozca, fehacientemente, cómo se moviliza y cómo ataca para tomar las decisiones de aplicación lo mejor posible. “Se debe bajar la población de langosta de manera abrupta para minimizar los daños. Seguramente no tendremos un control total, pero sí debemos dominarla y no dejar que provoque mayores daños”, indicó.