Ernesto Fierro, un cabo de la Policía Vial que declaró esta mañana en el juicio por el crimen de Paulina Lebbos, la joven asesinada en 2006, quedó detenido por falso testimonio este mediodía.
De acuerdo a lo que determinó el tribunal, integrado por los jueces Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Rafael Macorito, el efectivo incurrió en contradicciones y confusiones. Luego de terminar su declaración quedó detenido como ya había ocurrido con otros dos testigos.
Ayer, Ramón Marcelo Fernández, un empleado de Vialidad provincial, había quedado detenido luego de declarar ante la Justicia y mostrar actitudes similares a la de Fierro. "Tuvo numerosas contradicciones durante su relato de cómo se sucedieron los hechos", explicaron los jueces.
Un testigo se complicó al negar como propia una firma en una declaración en Tribunales
En tanto, ayer por la tarde quedó en libertad Jorge Jiménez, padrino de la hija de Paulina y amigo de su novio, César Soto, luego de permanecer detenido dos semanas acusado también del delito de falso testimonio e investigado por su posible participación en el crimen de la joven.
El 26 de febrero de 2006, Paulina (23 años) salió de un boliche de la zona del ex Abasto, donde había ido a bailar con su amiga Virginia Mercado. Según determinaron los pesquisas, alrededor de las 6.30 de ese día, ambas jóvenes se subieron a un remis color bordó y mientras Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400, Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio, aunque nunca llegó a destino.
Por el momento, en el juicio hay cinco acusados por el encubrimiento del crimen de Lebbos, cuatro de ellos ex funcionarios del gobierno de José Alperovich. Se trata del ex jefe de Policía de Tucumán, Hugo Raúl Sánchez; el ex subjefe Nicolás Barrera; el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito; y el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, como así también el ex policía Hugo Waldino Rodríguez.