El juego detrás del juego: Por goleada, Damonte le ganó la pulseada a la dupla

El "decano" no pudo imponer sus condiciones y padeció el desarrollo del partido que terminó 1-0 a favor del "sabalero".

FASTIDIO. Gómez mira al piso intentando encontrar respuestas; de fondo Orsi grita a sus dirigidos. FOTO DE JAVIER ESCOBAR (ESPECIAL PARA LA GACETA) FASTIDIO. Gómez mira al piso intentando encontrar respuestas; de fondo Orsi grita a sus dirigidos. FOTO DE JAVIER ESCOBAR (ESPECIAL PARA LA GACETA)

Colón le ganó el partido a Atlético Tucumán desde el momento en el que pisó la cancha. Era una final para ambos, pero sólo el local la tomó así. El "sabalero" pobló el medio con cinco volantes y puso dos “tanques” arriba: Ábila y Toledo, que fueron un dolor de cabeza para desdibujado 4-4-2 visitante.

¿Qué hubiera pasado si no se lesionaba Carrera? No lo sabremos, pero lo cierto es que la dupla se inclinó por Kociubinski y el equipo perdió rebeldía en los últimos metros. Por características se imponía el ingreso de Giani, sobre todo por el mensaje que se daba al banco rival.

En el primer tiempo Colón, literalmente, metió a su rival dentro del área hasta que encontró lo que buscaba. El gol, otra vez, fue a la salida de un lateral, como en Liniers. Los defensores tuvieron tres chances para despejar la pelota, y a pesar que había 10 futbolistas dentro del área, todos los rebotes quedaron en los pies de los locales. Meza disparó, Romero la desvió y Colón se puso arriba.

Ni eso despertó a Atlético. Flores como lateral volvió a fallar, se mostró incómodo y no fue salida en ningún momento; en la marca, estuvo siempre a destiempo. Cuando a los 29 minutos pararon a tomar agua, las estadísticas marcaban 10 intentos de gol para Colón contra apenas dos del “decano”. Si la historia estaba (y terminó) 1-0 fue pura y exclusivamente por Marchiori.

Atlético tuvo posesión de pelota, pero no pudo traducir eso en atajadas de Ibáñez. Ese dato habla de la falta de ideas que hubo de mitad de cancha hacia adelante. En el complemento, Tesuri se paró como lateral, Sánchez fue volante por derecha y Kociubinski  el “5” de contención. Giani se posicionó detrás de los delanteros para aprovechar los espacios que dejaba la línea de cinco del local.

Antes de los 20’ del segundo tiempo, Coronel le dejó su lugar a Carrasco y De La Fuente reemplazó a Tesuri, otra vez las fichas se movieron. El equipo se paró 4-2-3-1 con Sánchez y “Kociu” como contención; Carrasco, Pereyra y Giani tratando de abastecer a Estigarribia. Tampoco surtió efecto que minutos después Menéndez reemplazara a Kociubinski. El "decano" apostó por un doble “9”, pero ya era demasiado tarde. Damonte había acomodado sus piezas con un 4-4-1-1 combativo, que aguantó hasta el final.

“Técnico que debuta gana”, dice una frase histórica en el fútbol. Y no fue la excepción. Con dos entrenamientos al mando, Damonte derrotó a la dupla con practicidad, orden y amor propio. 

Colón se quedó con tres puntos de oro porque si bien era una final para los equipos, Atlético no lo entendió de esa manera. El "decano" dejó pasar una gran chance de seguir escalando en las tablas.

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