En el sector citrícola hay motivos para estar satisfechos. El proyecto original de la ley ómnibus planteaba que sólo el aceite esencial del limón sería alcanzado con un 8% y no con un 15% de las retenciones. Sin embargo, en el anexo del borrador que contempla un centenar de modificaciones aceptadas por el Poder Ejecutivo Nacional se afianzó la idea del arancel cero para el limón y todos sus derivados. “Esperemos que el borrador se convierta en realidad y luego podemos decir cuán satisfechos estamos de todo lo que se está proponiendo”, indicó a LA GACETA el presidente de la Asociación Citrícola del NOA (Acnoa), Pablo Padilla.
Desde que se conoció la iniciativa, la directiva de la entidad golpeó puertas en el Ministerio de Economía de la Nación y en el Congreso, con el fin de reclamar que las economías regionales no pierdan competitividad global con la aplicación de más retenciones. “Creo que todas estas gestiones dieron sus frutos. Y, en esta situación, si se avanza como se señala en el borrador de cambios a la ley, solo nos queda agradecer al Gobierno nacional, al gobernador Osvaldo Jaldo y a sus ministros, y a los diputados y a los senadores por Tucumán en su totalidad que nos han acompañado en el reclamo”, afirmó Padilla.
El titular de Acnoa expuso el jueves pasado en la Cámara de Diputados, donde manifestó la oposición de la entidad a la imposición de derechos de exportación para la fruta fresca y subproductos industriales del limón.
Planteó que desde hace al menos dos o tres años el sector limonero argentino enfrenta una crisis que lo ha puesto frente al peor de los escenarios. “Se ha registrado una caída significativa en la superficie productiva; hubo abandono de plantaciones, lo cual incrementa el riesgo fitosanitario y también una pérdida de participación en mercados internacionales que amenazan el liderazgo de la Argentina como principal productor y exportador mundial de productos industriales del limón”, detalló.
Padilla recordó, además, que la crisis sectorial ha llevado a declaraciones de emergencia de la actividad por la Nación y las provincias de Tucumán y Salta. Todo esto derivó en una reducción significativa de los ingresos de Tucumán por menor nivel de exportaciones, en un escenario de sobreoferta mundial que pone presión sobre los precios más la acumulación de stocks.