“’Miguelón’ no le tiene piedad ni a la madre”

Jimena Fernández dijo que la usaron para asesinar a un joven.

CON EL PAÑUELO. Jimena Fernández lloró cuando declaró. CON EL PAÑUELO. Jimena Fernández lloró cuando declaró.

“Lo primero que quiero decirles es que quiero contar la verdad de lo que sucedió. Nunca antes lo hice porque Miguel Figueroa no sólo le pagaba a los abogados que me defendían, sino que además los obligaba a que nuestras charlas sean por videollamadas con él”. Así comenzó la dramática declaración de Jimena Fernández que, junto a “Miguelón” está siendo juzgada por el crimen de Ramiro Ledesma, registrado en marzo de 2023.

La acusada contó todo. Dijo que conoció al supuesto narco a fines de febrero de 2021. “Tenía 19 años y acepté la invitación de una amiga para que vayamos a un asado a una casa de El Cadillal. Volví a salir después de mucho tiempo porque a mi primera pareja la habían asesinado”, relató. “Ahí conocí a ‘Miguelón’. Comimos asado y tomamos cerveza. Él me pidió si le podía dar mi número de teléfono, le dije que no porque no tenía. Cuando me llevó a mi casa me dio un celular y me dijo: ‘tomá para que te pueda llamar’”, destacó.

Fernández dijo que salieron como cuatro veces y comenzaron una relación. Destacó además que el 13 de marzo, él le preguntó si era amiga de Ledesma porque quería saber si realmente era su cumpleaños y si haría alguna fiesta. “Después me contó que Ramiro le debía plata y que quería encontrarlo. Me dijo que él me daría una parte de esa plata. No sé qué pasó después”, indicó.

La joven fue señalada por la madre de la víctima Verónica Almirón y por el primo Rodrigo Soria como la chica que citó a Ledesma para que Alexis “El Sucio” Íñigo lo asesinara de seis balazos. El joven dijo además que ella fue quien lo señaló la noche en la que lo mataron.

“No estuve en ese lugar esa noche. Ese día me buscó “Yastin” y me llevó a una casa de El Cadillal diciéndome que ‘Miguelón’ ya vendría, pero nunca lo hizo. Al otro día llegó y me enteré de que algo malo había pasado”, declaró.

La huida

“A partir de ese momento, mi vida cambió para siempre. Comencé a vivir un infierno porque él no me dejaba volver a mi casa”, detalló con la voz entrecortada. “No le podía decir nada a mi familia y tampoco ver a mi hijito. Él primero me decía que me quedara tranquila, que ya se solucionaría todo. Pero después, cuando ya estaba cansada de todo, comenzó a amenazar con matar a mi hijo y a toda mi familia. Me pegaba todo el tiempo y al otro día compraba facturas y me pedía que desayunemos juntos. Yo y mi familia lo denunciamos varias veces, pero como él tenía amigos, las denuncias se perdían”, añadió llorando.

Fernández estuvo prófuga hasta agosto de 2023. “Estuvimos en El Cadillal, en San Javier y en varios departamentos del centro. El cambiaba de casa todos los meses o cuando alguien de la Policía le avisaba que lo estaban siguiendo. Después de varios meses me permitió volver a mi casa”, indicó. “Él es una persona mala. Una vez quiso tirar del balcón a mi hijo cuando no hacía lo que él quería. Y cómo no le iba a creer si él les pegaba a sus hijos salvajemente. No le tenía piedad ni a su madre”, agregó.

La joven relató otro detalle. “A mí me detuvieron cuando iba con mi hermana en el auto de su novia. No estaba con él, ya había cortado con él. Es mentira lo que dijo que él pagó a la Policía para que lo dejaran irse”, señaló.

La acusada indicó que, después de que fuera detenido, él la amenazó para que fuera a visitarlo a la cárcel. “Estaba muy mal, destruida. Mi familia me había dado la espalda por todo esto. Hasta que un día me dijeron, te vamos a apoyar. Ahí cambié de abogado y pude cortar todo”, señaló. “Él me obligó a ponerle Miguelón de nombre al bebé. Pero un día, cuando tomé valor, me di el gusto de decirle en la cárcel que no era su hijo. Ahora con el verdadero padre, tendrá su verdadero apellido”, relató.

Otra teoría

Fernández, sobre el final de su declaración, planteó el nombre del supuesto autor. “El día que murió Ledesma, ‘Miguelón’ cumplió años. Él festejó las dos cosas. ‘Yastin’ me contó que él había ido a buscar a Ledesma en un auto gris”, destacó. “Se alababa porque bajó la ventanilla y disparó seis veces. Decía que no había chances que viviera porque todos los tiros le habían dado en el cuerpo”, finalizó.

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