El cine de mujer tiene cada vez más presencia

La mujer está dominando el cine, sea en discursos feministas en los guiones o en manos de realizadoras y productoras que desafían los cánones. Y la próxima entrega de los Oscar es apenas una mínima y hasta depreciada representación de lo que se viene dando con un paso firme y acelerado que ya no puede ser ignorado.

Si bien las principales miradas se dirigieron a “Barbie”, considerada un punto clave en la lucha contra el machismo y postulada a mejor película (y con críticas por la falta de reconocimiento en las nominaciones a mejor directora a Greta Gerwin y mejor protagonista para Margot Robbie, aunque sí como guionista la primera y la otra como productora), hay otras presencias en la gala mayor de la industria que merecen ser destacadas.

En ese marco hay que rescatar fuertemente “Pobres criaturas”, producida y protagonizada por una tremenda Emma Stone, dirigida por Yorgos Lanthimos en un filme tan abarcativo de la liberación de la mujer (en lo intelectual, lo sexual y la toma de decisiones) que puede incomodar a muchos, y más con sus 12 postulaciones al Oscar. El personaje central, que vuelve de la muerte, logra una autonomía en tiempos en que la mujer era prácticamente un objeto, que bien vale la pena repensar en clave actual.

También tercia la presencia de la francesa “Anatomía de una caída”, que cosechó cinco candidaturas pese a no figurar en mejor película extranjera. Su directora, Justine Triet, es la única mujer nominada en esa categoría. El título de su película refiere a la muerte de un hombre al caer desde un tercer piso, y su mujer (a cargo de Sandra Hüller, también candidata al Oscar como protagonista) se convierte en la principal sospechosa de un supuesto crimen, en medio de una crisis de pareja. Su hijo ciego (principal afectado por la tragedia) se enfrenta al dilema de ser el único testigo del hecho y de lo que se vivía en el seno familiar, en medio de un juicio penal para determinar si fue suicidio, accidente o asesinato.

Este panorama ratifica la tendencia marcada en los festivales de 2023, el año de las producciones francesas y de las dirigidas por mujeres. Los principales certámenes que se desarrollaron en esa temporada así lo indican: en la cita en Cannes, la Palma de Oro quedó en suelo galo, precisamente en manos de “Anatomía de una caída”. El máximo galardón entregado a Triet lo recibió la tercera directora en 76 ediciones, después de Jane Campion (“El piano”, en 1993) y Julia Ducournau (“Titane”, hace dos años). De algún modo era previsible este resultado, ya que la realización del evento fue la que más presencia de directoras mujeres tuvo en toda su historia.

En Sundance de 2023, el Gran Premio del Jurado recayó en “Las mil y uno”, de la estadounidense A.C. Rockwell; el filme contaba la historia de Inez, una mujer sin complejos y de espíritu libre, que secuestra a su hijo de seis años, Terry, del sistema de cuidado de crianza. Se propusieron recuperar su sentido de hogar, identidad y estabilidad en una ciudad de Nueva York que cambia rápidamente. Su directora debutó con este largometraje.

En el Sundance de este año, se confirmó la tendencia: “In the Summers”, escrita y dirigida por Alessandra Lacorazza, ganó el Gran Premio del Jurado sobre las visitas de dos hermanas a su padre (interpretado por Residente) en Nuevo México.

Asimismo, en Berlín el Oso de Plata a la mejor actuación en un rol protagónico (sin distinción de género) fue para Sofía Otero por su trabajo en la española “20.000 especies de abejas”.

Para que no parezcan hechos aislados, en el último festival Tucumán Cine Gerardo Vallejo, el primer premio en la Categoría Latinoamericana (reservada para primeras o segundas películas de directores nóveles) le correspondió a “Trigal”, dirigida por la mexicana Anabel Caso. Su relato aborda el tránsito de la pubertad a la adolescencia, en medio de curiosidades, atracciones y deseos instalados en el viaje a la casa de campo de sus tíos, donde se encuentra con su prima y una amiga que la harán investigar sobre qué implica esa etapa de la vida.

Y hay mucho más, como la chilena “La memoria infinita”, documental dirigido por Maite Alberdi que se impuso en la categoría internacional en el festival de Sundance del año pasado por seguir la vida del periodista Augusto Góngora, quien padece Alzheimer, y de su cuidadora y pareja de hace 25 años, la actriz Paulina Urrutia.

Propuestas nacionales

En ese universo internacional, la Argentina tiene paso firme. “Trenque Lauquen” fue dirigida por Laura Citarella y considerada la mejor película de 2023 por la revista Cahiers du Cinéma. Con un elenco integrado por Laura Paredes, Ezequiel Pierri, Rafael Spregelburd, Elisa Carricajo y Juliana Muras, cuenta la historia de una mujer que desaparece y dos hombres que la aman, que salen a la ruta a buscarla con las mismas preguntas sin respuestas.

En Filmadrid (referencia de la capital española en esta materia, con fuerte presencia internacional), el festival del año pasado fue abierto por la producción “El rostro de la medusa”, de la argentina Melisa Liebenthal, confirmando la importancia de la mirada de la mujer en el cine contemporáneo. La directora es coautora del guión junto a Agustín Godoy, como una comedia en la que una joven sufre la pérdida de su rostro, lo que deviene en interrogantes sobre la identidad y los soportes tecnológicos. Está protagonizada por Rocío Stellato, junto a Vladimir Durán, Camila Toker y Roberto Liebenthal, y ganó el premio a la mejor dirección en la Competencia Internacional del Festival de Mar del Plata de 2022 (ex aequo con Ana García Blaya, por “La uruguaya”, otra mujer). Realizado en junio, el premio del Jurado Joven fue para “The Wild Duck”, de Nadja Ericsson.

Y en San Sebastián 2023, una cita rica la producción argentina, de los 12 largometrajes seleccionados en la categoría Horizontes Latinos, ocho fueron de directoras mujeres y seis de cineastas nacionales: “El viento que arrasa”, de Paula Hernández; “Pedágio”, de Carolina Markowicz; “Alemania”, de María Zanetti; “Blonda”, de Dolores Fonzi (de paso por el Festival Tucumán Cine Gerardo Vallejo); “Clara se pierde en el bosque”, de Camila Fabbri, y “Los impactados”, de Lucía Puenzo.