Con 6.727 casos notificados de dengue en lo que va del año, Tucumán es la séptima provincia más afectada por la epidemia de dengue en el país, si se toman en cuenta las tasas de afectados cada 100.000 habitantes. Esta temporada ya se reportaron 95.705 casos en Argentina, según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación. Los expertos calculan que esta será la peor epidemia que se haya registrado. Solo a modo de comparación, hubo 140.416 casos en todo 2023.
Ante este panorama, los especialistas recalcan a la población que es necesario redoblar los esfuerzos para prevenir la patología. Según el experto que encabeza los operativos para combatir el mosquito en toda la provincia, lo más importante es el control de las larvas en los recipientes con agua, y no sólo los que contienen aguas limpias, sino también los que acumulan líquido con suciedad. En este sentido, los resultados no son alentadores, puesto que cada vez que se reporta un caso, los agentes sanitarios tienen que recorrer nueve manzanas a la redonda para bloquear el avance del dengue. “Lamentablemente en todas las manzanas encontramos criaderos de mosquitos. Aunque en algunas casas no hay recipientes, que una sola vivienda sí tenga larvas ya es perjudicial para todos los vecinos de esa cuadra”, precisó. Eso se da fundamentalmente en los barrios vulnerables y las zonas más afectadas por el aumento de casos son Yerba Buena (San José y barrio Los Pinos), El Manantial, Villa Muñecas y los barrios Feput y Alberdi Norte en San Miguel de Tucumán, Banda del Río Salí (barrios La Milagrosa y Soldado Tucumano) y Aguilares. “Si bien el dengue no hace distinciones y puede afectar a todas las personas por igual, en los barrios más vulnerables las probabilidades de contagio son más altas porque tienen más criaderos de mosquitos”, destacó. Otras situaciones que influyen mucho: cuando hay basurales cerca de las viviendas o canales de desagüe en los cuales los vecinos arrojan residuos.
La situación nacional es compleja. En un contexto de crisis climática los eventos climáticos extremos como las sequías, olas de calor, inundaciones son cada vez más frecuentes. En este sentido, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) explicaron que resulta fundamental que el gobierno nacional actualice la estrategia nacional de salud y cambio climático y advirtieron que la decisión de eliminar el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y degradarlo como Subsecretaría dentro de la Secretaría de Turismo, y además la baja del 40% en la ejecución presupuestaria del Ministerio de Salud son datos preocupantes. En nuestra provincia, si bien las autoridades están realizando una campaña sostenida, los aumentos de contagios dan cuenta de que las estrategias son insuficientes. El resultado de las fumigaciones es relativo porque estas se deben hacer de madrugada o al atardecer, cuando el mosquito está activo, y la concientización no alcanza, en vista de que, como dice el experto, “a veces en la misma vivienda donde hay contagios encontramos criaderos”.
En este sentido, dos expertas del Instituto Superior de Entomología de la UNT y del Instituto Nacional de Medicina Tropical dijeron que “el manejo debe enfocarse integralmente, incluyendo por un lado un saneamiento del ambiente; esto es, eliminación de cacharros, adecuado manejo de los residuos sólidos urbanos, eliminación de cualquier recipiente que acumule agua”. Añadieron que “se necesitan políticas públicas eficientes con posibilidad de poder medir el impacto de cada tipo de intervención, según el escenario epidemiológico de cada área afectada”.