Avance del narcotráfico: “La soberanía está en juego: o decide el Estado o deciden las mafias”

Los gobernadores y la Iglesia emitieron comunicados llamando a la unidad y a la inversión para detener al crimen organizado.

REFUERZOS. La ministra Bullrich ordenó blindar Rosario con 450 efectivos de las Fuerzas Federales y con vehículos y equipamientos de la Nación. REFUERZOS. La ministra Bullrich ordenó blindar Rosario con 450 efectivos de las Fuerzas Federales y con vehículos y equipamientos de la Nación.

El país deja de lado las diferencias políticas y se moviliza para lograr la paz en Rosario. Luego de dos semanas en la que la ciudad santafesina cayó en una ola de sangre por parte del narcotráfico que envió sicarios a matar a inocentes. Los cárteles amenazaron a funcionarios, periodistas e incluso al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Como consecuencia, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, con el apoyo del presidente Javier Milei, reforzó la seguridad enviando a las Fuerzas Federales. Incluso la funcionaria se mostró llegando a Rosario sobre un coche blindado de las Fuerzas Armadas.

En medio de ese desolador contexto, los gobernadores dejaron de lado diferencias y se unieron en apoyo a su par Pullaro, solidarizándose con la crisis social que envuelve a Rosario, pero también subrayaron que el narcotráfico es un problema federal, que se replica en todas las ciudades y no solo en la metrópolis rosarina, y que combatir la problemática requiere de una fuerte inversión económica.

Los 24 mandatarios consideraron que la soberanía nacional está en jaque por parte del crimen organizado. “La gravedad y complejidad de lo que sucede requiere decisiones a la altura de lo que está en juego, que es la disputa por parte de nuestra soberanía: deciden el Estado y la sociedad o deciden las mafias”, indicaron en el comunicado que lleva la firma incluso del gobernador kirchnerista, Axel Kicillof, de la provincia de Buenos Aires, que ofreció enviar 400 efectivos a Rosario como apoyo.

Pullaro, por su parte, sigue aguardando respuesta de parte de la Nación sobre su pedido de trasladar a los reos señalados como cabecillas de las bandas narco a la prisión federal de Coronda.

Desconfianzas

Con el arribo de las primeras tropas enviadas por la Nación (Bullrich anunció que blindará la ciudad con 450 efectivos de las Fuerzas Federales), comenzaron a diagramarse operativos en conjunto entre efectivos provinciales y nacionales.

En ese contexto, según informó el diario LA NACIÓN, comenzó a haber algunos primeros roces debido a la desconfianza que existiría de parte de los federales sobre los efectivos de la Policía de Santa Fe. Estas dudas se alimentan sobre la sospecha de que el narcotráfico tendría contactos no solo dentro de la fuerza sino también en la Justicia, la Política y en muchos otros rubros de la provincia.

Esas inquietudes se siguen debatiendo en el Comité de Crisis que trata la problemática. “Los gendarmes no quieren trabajar con la Policía de Santa Fe. Por ejemplo, les avisan de los operativos a los criminales y cuando llegan a los lugares ya no queda nada. Por eso la colaboración entre ambas fuerzas es nula”, le dijo un funcionario, cuyo nombre no se informó, al diario LA NACIÓN.

La Iglesia acompaña

“Queridos hermanos rosarinos, como obispos de la Iglesia en Argentina, sepan que, de corazón, estamos muy cerca de ustedes ante esta realidad del narcotráfico que golpea hoy a las puertas de sus casas de este modo tremendo, brutal, llenando de dolor e impotencia a sus familias y a todo nuestro pueblo”, indicó la Conferencia Episcopal de Argentina en su comunicado subido a su web.

La Iglesia llamó a la unidad nacional para afrontar esta problemática. “La droga nos está matando y debemos estar muy juntos para desarmar este ‘mal’ que desprecia la vida y se ensaña con nuestro niños, jóvenes y tantos inocentes víctimas de la miserabilidad de unos pocos y de la complicidad de otros”.

“No permitamos que nos maten la esperanza, que nos roben el sueño de una Argentina unida y en paz”, sentencia el documento, que concluye con la siguiente frase de consuelo a las víctimas: “que la Virgen, nuestra madre, que conoció lo que es perder al hijo, al Inocente, los consuele y fortalezca”.

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