La aparición de complejos de orugas y de picudos procedentes de soja pueden afectar al cultivo del poroto; a raíz de ello, se recomienda el monitoreo, con el uso de productos específicos.
Respecto del control de malezas, es muy importante hacer un muy buen barbecho químico previo a la siembra, que será decisivo en el arranque del cultivo. Según localidades y espectro de malezas, se deben programar los herbicidas de premergencia; en posemergencia, el empleo de graminicidas es una importante herramienta para el control de hoja angosta, mientras que en el caso de malezas de hoja ancha la disponibilidad de herbicidas es menor.
Ente los factores climáticos que condicionan el desempeño del cultivo del poroto, el del agua oscila entre 320 mm y 350 mm -uso consuntivo-, según el clima. Los períodos críticos para el poroto son prefloración -puede mermar el rendimiento el 53%-, floración -el 71%- y formación de granos -un 35%.
El estrés hídrico por un período prolongado puede afectar el rendimiento potencial; en especial si ocurre en la fase de floración. En años de fuerte sequía hay que tener mucho cuidado, por lo que se deberían tener en cuenta algunas estrategias para el manejo del cultivo. Entre ellas se destaca la decisión de siembra según el perfil de humedad acumulada, que deberá determinar el productor al momento de decidir la siembra.
Se deben elegir lotes con buena cobertura (60%); en lo posible que el cultivo antecesor sea maíz.
Debe sembrar en fecha óptima ,tratando de no realizar siembras tardías debido al peligro de heladas tempranas.
Se debe acortar la distancia de siembra, según lo permita la variedad utilizada para lograr un rápido cerrado del cultivo.
Hay que usar variedades de ciclo corto y, en lo posible, contar con genotipos que presenten alta tolerancia a la sequía.