El boom editorial de García Márquez

500 dólares por la primera edición de un libro que se replicaría en 35 millones de ejemplares.

14 Abril 2024

Por Gloria Rodrigué

El crítico chileno Luis Harss había entrevistado a un escritor al que ignoraba, por recomendación de Carlos Fuentes, para incluir su reportaje en un libro sobre las promesas y las figuras que estaban marcando una tendencia dentro de la literatura latinoamericana. Le recomendó a López Llausás, editor de Sudamericana) y por 500 dólares la editorial obtuvo los su editor, Francisco Porrúa, que adquiriera los derechos de sus libros. Porrúa leyó La hojarasca y El coronel no tiene quien le escriba, obtuvo la aprobación de mi abuelo (Antonio López Llausás, editor de Sudamericana) y por 500 dólares la editorial obtuvo los derechos de Cien años de soledad, la novela que García Márquez estaba terminando. Se tomó la inusual decisión de imprimir 8.000 ejemplares de esta obra de autor desconocido, cuando lo razonable hubiesen sido 3.000.

Dos semanas después de la salida, aparecía la segunda edición y el fenómeno, que quebraría la barrera de las cien ediciones, no se detendría nunca más.

Luego García Márquez vino a la Argentina, invitado como jurado de un concurso de novela organizado por Sudamericana y por la revista Primera Plana, en agosto de 1967, dos meses después del lanzamiento de la novela. Estuvo en un asado, en nuestra quinta, contando esas historias asombrosas que luego redescubriríamos en sus libros. Recuerdo que una tarde Tomás Eloy Martínez llamó a mi abuelo para analizar la posibilidad de hacerle un adelanto de los derechos a García Márquez, que tenía dificultades económicas. Aunque nunca lo había hecho antes, mi abuelo accedió al pedido, que incluía, además, una precisión. Los billetes debían ser de baja denominación. A la mañana siguiente fue al hotel en el que se alojaba García Márquez con dos maletines llenos de billetes, cumpliendo con la atrabiliaria exigencia. García Márquez le pidió que arrojara los billetes sobre su cama y luego tomó varios, los puso en una bandeja y se los ofreció a su mujer diciéndole: “Para que te compres toda la ropa que quieras. Si ves algo que te gusta y no puedes pagarlo, vuelve para decírmelo. Puedo escribir otra novela, y esta va a ser mejor que Cien años de soledad”.

© LA GACETA

*Ex directora editorial de Sudamericana, editorial que publicó Cien años de soledad en junio de 1967 y la mayor parte de los libros de García Márquez.

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