Presencia tucumana en el Festival de Arte Contemporáneo de Lima

Marcos Figueroa es el único representante argentino en el evento que reúne a 49 artistas de 14 países. El sentido de su creación “Rebaño”.

Presencia tucumana en el Festival de Arte Contemporáneo de Lima

El tucumano Marcos Figueroa (foto) es el único artista argentino presente en el Festival Internacional de Arte Contemporáneo Art.Mo que se inauguró anoche en Casa Fugaz (Monumental Callao), en Lima. La muestra reúne 49 representantes de 14 países y se desarrolla bajo la curaduría de Francis Naranjo (Islas Canaria), Antonio Guzmán (Chile) y Juan Peralta (Perú), con obras inspiradas en la consigna “Del rostro a la máscara, ocultamientos y alteraciones de la identidad”. Entre otros, hay plásticos de Alemania, Bolivia, Chile, Ecuador, Francia, Italia, Paraguay, Venezuela y Senegal.

Para la convocatoria, Figueroa elaboró la obra “Rebaño”. “Es un collage de máscaras de cotillón con rasgos de ovejas organizadas ortogonalmente sobre la pared. A partir de datos como su fabricación en serie, su materialidad y organización espacial, busco centrar la mirada en aquellos aportes y condiciones que -desde la modernidad hasta acá- enfatizaron conductas humanas tanto en lo individual como lo social. Intento interpelar esas conductas dentro de las lógicas de grupo en la era de la posverdad y la puesta en acto de la cultura del simulacro”, describe.

En diálogo con LA GACETA, el artista resalta la importancia de ser parte de ArtMo. “Significa una instancia más que me permite mostrar mi trabajo tanto dentro del país como también en el exterior. Personalmente conservo fuertes vínculos con plásticos de muchos países de América Latina. Y en este caso específico, hacerlo por primera vez en un país interesantísimo como es Perú me llena de entusiasmo. Por otra parte con Naranjo, el curador del proyecto, vengo trabajando ya hace tiempo. Lo conocí en la Bienal Siart en La Paz y luego me invitó a integrar proyectos curatoriales suyos para exponer en el EAC de Montevideo, en el Museo del Barro en Asunción, y en la Bienal NOmade de Guayaquil”, señala. Su trabajo seleccionado le permite “revisitar una etapa anterior mía, en la que tomaba la típica ovejita de pesebre como signo y metáfora”.

La exposición estará abierta hasta el 11 de agosto en una edición especial respaldada por la Fundación Francis Naranjo, Fugaz Arte de Convivir y el Gobierno de las Islas Canarias. En la convocatoria se destaca que “como seres sociales, utilizamos máscaras todo el tiempo frente a un otro; es parte de nuestra capacidad como seres humanos vernos en la necesidad de disimular nuestro estado de ánimo, nuestras preocupaciones, inquietudes, miedos, rabias, alegrías, nuestras tristezas...”.

“Así como en la antigüedad un actor se ponía la máscara y se transformaba asumiendo su personaje para actuar, en la actualidad uno puede estar atravesando deplorables situaciones de miseria y, sin embargo, se muestra ante los demás portando la máscara de la alegría. Somos ‘moldeados’ bajo ciertas características particulares, aprendiendo a velar, ocultar o disimular, nuestras acciones y formas de pensar”, se agrega.

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