El diagnóstico de la Iglesia sobre la crisis

29 Abril 2024

El crudo diagnóstico sobre la crisis económica y social emitido por los obispos, tras la Asamblea Plenaria del Episcopado, dejó fuertes inquietudes sobre lo que sucede y sobre el futuro inmediato. “Muchos jubilados enfrentan el drama de elegir entre comer o comprar medicamentos”, denunció la Iglesia, que también alertó sobre la “pandemia silenciosa del narcotráfico”.

El encuentro de los religiosos se desarrolló en la tercera semana de abril en el partido bonaerense de Pilar, al cabo de la cual emitieron su documento con  críticas a la política social de la Nación. “A muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día”, advirtieron. También dijeron que “se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación; asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo, que sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria”.

El reclamo de los obispos ha sido uno de los pocos que se hicieron sentir desde que el año pasado y a comienzos del actual se advirtió del incremento de la demanda de los comedores y merenderos y de los presumibles problemas que se podían general con los cambios de modalidad con la eliminación del plan Potenciar Trabajo. Pocos días atrás, el ministro de Desarrollo Social de Tucumán informó que la Provincia estaba haciendo una inversión muy grande destinada a garantizar la seguridad alimentaria en comedores escolares, centros infantiles y cocinas comunitarias, mientras se esperaba firmar convenios para recibir los correspondientes financiamientos desde la Nación. También, se sabe, se están llevando a cabo actividades de cooperación y de apoyo a merenderos, a entidades de la Pastoral Social de la Iglesia y a centros de adicciones, así como los comedores escolares. “Durante el primer trimestre del año 2024 se destinaron 18.000 millones de pesos y eso se vio reflejado en la paz social en la que vivimos”, dijo. “Estamos combatiendo la malnutrición en más de 1.172 escuelas”, añadió.

Sin embargo, poco se conoce de cuánto cambió la situación en estos meses en que el fuerte plan de ajuste nacional se hace sentir de manera especial en los sectores más vulnerables, que ya el año pasado se encontraban en una situación crítica. Sobre esto ha alertado la Iglesia, y convendría sopesar cuáles son las necesidades que impone el agravamiento de la crisis, mientras a nivel nacional no hay claridad en cuanto a las políticas que se llevan a cabo desde el Ministerio de Capital Humano.


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