Son padre e hijo y cumplieron el sueño de jugar juntos, en la Primera de hockey de San Martín de Tucumán

Miguel y Luca Dulor compartieron cancha en el duelo en el que los "santos" derrotaron 2 a 0 a Natación y Gimnasia.

FELICIDAD. Luca y Miguel Dulor chocan las palmas luego de haber podido cumplir el sueño de compartir cancha con la camiseta de San Martín FELICIDAD. Luca y Miguel Dulor chocan las palmas luego de haber podido cumplir el sueño de compartir cancha con la camiseta de San Martín

Cuando padres e hijos juegan un mismo deporte, a la lista de mandatos sociales (como el festejo de 15 años en las damas y los 18 en varones, terminar los estudios o tener el primer trabajo) se le suma el anhelo de compartir juntos la actividad deportiva. Y cuando el deporte es colectivo como el hockey, la ilusión crece y crece. La fantasía se hizo realidad para Miguely Luca Dulor (padre e hijo) quienes lograron jugar juntos por primera vez en un torneo oficial de la Asociación Tucumana de Hockey defendiendo los colores de San Martín.

Primero hubo un amague al costado del campo de juego en el estadio de Natación y Gimnasia. Luca estaba esperando la orden para ingresar, cuando promediaba el primer cuarto del partido que el “santo” le ganó a los “blancos”. Se escuchó entre la familia (mamá, abuela, tías, hermanos) y el público uno que otro “ay” y algún choquecito de palmas lamentando que el cambio fue “puesto por puesto”. Así que papá e hijo no se encontraron de inmediato en la cancha.

Fue en el segundo cuarto cuando los Dulor coincidieron en la línea del medio campo. “Sí, me imaginaba que iba a jugar con Luca en algún momento porque ya hace dos años le había dicho que yo iba a seguir jugando para tratar de llegar a compartir cancha con él”, reveló el capitán del equipo.

Si bien todavía no lo siente forzado, Miguel sigue en actividad motivado por lo que su hijo de 15 años muestra. “Los chicos hacían bromas: ‘si vos no empezás a jugar como juega él, te van a sacar’”, contó entre risas el jugador de casi 30 años de trayectoria.

Lo que pasa es que el adolescente viene haciendo cosas superiores a un jugador de su edad. Sus gestos técnicos y su porte están fuera de sintonía con su categoría natural: la Sub-15. Es un “distinto” a tal punto que se hizo un pedido especial a la Asociación para que autorizara su ingreso al equipo de Primera. “Me puse muy contento porque hace tiempo quería jugar con mi papá”, afirmó Luca.

El mediocampista tuvo que esperar una semana para concretar el anhelo que ya le habían confirmado. Todo debía estar prolijamente aprobado y por algunos retrasos, la habilitación –también pasó lo propio con Juan Ignacio Brandán Gasparré- se demoró. “No me imaginaba que se iba a dar este año porque lo permitido para jugar en el plantel superior son 16 años. Estuvo muy bueno”, agregó Luca.

¿Fue el momento adecuado para dar el salto? “Es un juego diferente siempre el de Primera. Aunque pueda tener el físico, creo que el tiempo con la bocha y la experiencia no se comparan con nada. Me sentí bien y creo que puedo mejorar muchas cosas”, analizó el jugador.

Ahora, por lo que tiene planeado el cuerpo técnico, es muy probable que padre e hijo peleen por la titularidad siempre que el esquema de juego requiera un cinco clásico. Pero también puede haber espacio para la opción de que los dos estén algunos minutos. “Para nosotros ellos no desentonan para nada”, se refirió Dulor padre a los excepcionales juveniles que se van sumando al equipo. “Juegan muy bien. A medida que vayan pasando los partidos, el salto de calidad será más importante. No tan sólo para Tucumán, también a nivel nacional porque forman parte de una lista de proyección”, comentó el ingeniero en computación, que planea sumar otro capítulo titulado “Jugar con mis hijos”.

Toda la familia practica el deporte. Ana Paula Marchesi, su esposa, juega también en San Martín; mientras que todos sus hijos menores; Bautista, Joaquín y Nicolás representan al “santo”.

El mayor de los cinco hermanos (Ignacio Nardolillo) es un referente nacional; campeón mundial con Los Leoncitos en 2021 y actual jugador de Ducilo, que compite en el Torneo Metropolitano de Buenos Aires. “Nachito” fue el primero en compartir equipo con papá. El plan apunta a que “Bauti”, de 13 años, sea el próximo. “Es el objetivo si el cuerpo me da”, hizo una lógica reflexión Dulor. Después de la segunda fecha que jugó, el panorama pinta de alta dificultad, pero no imposible.

Con 45 años, Dulor demuestra un despliegue que indica que puede esperar a Bautista un par de años o porqué no “Bauti”, siguiendo la línea familiar, dar un prematuro salto para que dos Dulor –o tres incluso- coincidan en una cancha de hockey.

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