¿Oportunidad o condena?: San Martín de Tucumán cerrará la primera rueda frente a rivales que están en la parte baja de la zona “A”
Mañana, en Ezeiza contra Tristán Suárez, el “santo” iniciará una serie de partidos contra equipos irregulares que no lograron exponer un buen nivel en lo que va del torneo. ¿Podrá aprovechar esta chance?
¿Oportunidad o condena? El sprint final de la primera rueda se presenta como un arma de doble filo para San Martín. Tristán Suárez, Patronato, Racing de Córdoba, Alvarado y Güemes conforman un camino que parecería ser el ideal para que el “santo” logre el “colchón” de puntos necesarios para mantenerse en la cima. Sí; porque mantener la ventaja, por más acotada que sea, es la prioridad que tiene el equipo de Diego Flores.
A priori, todos estos equipos coinciden en que se ubican de mitad de tabla para abajo. Varios de ellos apostaron a cambios de técnicos para salir a flote y, en los papeles, se presentan como rivales inferiores a San Martín. Sin embargo, el "santo" no deberá confiarse frente a estos equipos que siempre terminan complicando sus aspiraciones. Todavía están frescos los recuerdos de las derrotas frente a Ferro, San Miguel y Chacarita; equipos que no atravesaban un buen momento deportivo y que encontraron su reivindicación frente al equipo de Flores.
Tristán Suárez es el primero de la serie. El equipo de Ezeiza cumple con todas las características mencionadas: se ubica 17° con 13 puntos y sólo ganó tres veces en el torneo. La condición de local tampoco es una garantía de confianza: el único triunfo que consiguió en esta temporada fue frente a Gimnasia de Jujuy por la fecha 7.
No hay que pasar por alto que el “lechero” arrastraba una racha negativa que cortó frente a Chacarita. Entre la fecha 8 y la 13, el equipo de José María Martínez sólo sumó un punto –frente a Ferro- y acumuló cinco derrotas –cuatro de manera consecutiva-; un récord que complicó la situación del “lechero”.
La situación empeora si se toman las estadísticas defensivas, debido a que es el equipo con más goles en contra de la zona “A”: recibió 20 tantos. Si se contabilizan ambas zonas, Brown de Adrogué es el único equipo que lo supera en ese rubro (25 tantos).
Pero hay un dato más que curioso con respecto al rendimiento de Tristán Suárez. No sólo por la presencia de Agustín Lavezzi, el goleador del torneo con ocho tantos, sino por el poderío ofensivo del equipo, que convirtió 15 goles –uno más que San Martín-. Este enfoque lo coloca como el cuarto mejor equipo de la zona en esta faceta, y sólo es superado por Estudiantes de Caseros, Agropecuario y Quilmes.
Patronato llega con un presente complicado. Los paranaenses están en el penúltimo puesto de la tabla con 13 unidades y solamente cosecharon dos triunfos –Tristán Suárez y Racing de Córdoba-. Incluso, el dato que complica la situación del "patrón" es que no puede sumar de tres desde la fecha 5 (encadenó tres derrotas y seis empates).
Tampoco se puede pasar por alto que es el segundo equipo con menos capacidad goleadora de la zona: hizo nueve goles. Aunque se debe mencionar que comparte esa marca con Talleres de Remedios de Escalada, All Boys y Estudiantes de Caseros.
Tras la igualdad sin goles frente al “pincha”, Walter Perazzo abandonó el cargo de entrenador lo que profundizó la crisis deportiva. Como solución preventiva, Marcelo Candía asumió como interino y tuvo su debut en la reanudación del duelo frente a San Miguel.
La danza de nombre para agarrar el "fierro" caliente empezó a dar vueltas en Paraná. Alfredo Berti, Lucas Bovaglio y Pablo Frontini fueron algunos de los apuntados para tomar el timón del barco. Aunque ninguno decidió tomar las riendas de la responsabilidad. En consecuencia, la búsqueda del nuevo DT continúa.
Toda esta crisis no debe relajar a San Martín. Dejar un pie de ventaja frente a un rival de estas características sería un error garrafal. Pese a la intermitencia y la poca efectividad, Patronato logró quitar puntos en condición de visitante a equipos como Quilmes, otro de los candidatos de la zona. Vale recordar que el último enfrentamiento en La Ciudadela terminó en una victoria 2-0 en favor del “santo” en lo que fue el debut de Frontini.
Nueva Italia es la visita más complicada del sprint final de San Martín. No sólo porque es el mejor posicionado de los últimos rivales (está 11° con 18 puntos), sino porque se presenta como un rival difícil de descifrar. Si bien comenzó a los tumbos entre derrotas y empates que llevó a la salida de Diego Pozo, Juan Carlos Olave asumió como entrenador principal y desde la fecha 7, la "academia" logró recuperar el rumbo. Incluso, se dio el gusto de cortarle el invicto a Quilmes, cuando lo venció de local.
Tampoco se puede obviar la presencia de Bruno Nasta, uno de los mayores artilleros del certamen (acumula seis goles). Sin embargo, Racing es un equipo que no destaca por la faceta ofensiva. Es más, logró convertir en 10 ocasiones y si se considera el periodo de los últimos cinco duelos, solo gritó en dos ocasiones. Esto deja en claro que existe una clara dependencia del “9”, que atraviesa una sequía desde la fecha 9.
La irregularidad fue el gran pecado del “torito” de Mar del Plata. Claro, Alvarado alternó entre buenos y malos momentos. Esa intermitencia fue la causante de que pierda terreno en la tabla de posiciones y se ubique 13°. Incluso, arrastró una racha negativa de partidos (entre la fecha 7 y la 12) en las que sólo consiguió dos puntos.
El último de la lista es Güemes. Los santiagueños están en zona de descenso directo con 11 puntos. Sólo lograron una victoria y desde la fecha 3 que alternan entre empates y derrotas. Es más, también es el equipo con menos goles convertidos de la zona “A” y el segundo de todo el campeonato.
Estos malos resultados fueron los motivos por los que Walter Marchesi tuvo que dar un paso al costado en su cargo de entrenador. De este modo, Marcelo Vázquez llegó al “gaucho” para revertir la situación, el jueves dirigió su primera práctica y tendrá su debut el domingo frente a Quilmes.
Todo esto deja en claro que San Martín no debe bajar la guardia. Ningún partido se gana fuera de la cancha y el fútbol está repleto de sorpresas. Pero, el “santo” deberá exprimir al máximo todas sus virtudes para cerrar la primera etapa de la mejor manera. Eso, podría darle aire para esperar el futuro con más confianza.