Hay quienes prefieren los entrenamientos en solitario mientras que otros no pueden asistir al gimnasio sin que su compañero le sostenga la barra o charle en los tiempos de pausas. Las modalidades responden a deseos o decisiones forzadas pero ¿cuál de ellas es la más beneficiosa?
Hacer ejercicio tiene múltiples beneficios para nuestra salud, sin embargo el cómo lo ejecutamos también puede influir en sus resultados. Las modalidades pueden variar entre quienes son autosuficientes y pueden sostenerse la barra por sí solos en las sentadillas y quienes prefieren la charla amena de su compañero mientras se ejercita.
Una investigación resaltó cuál es el impacto entre el ejercicio en soledad y en compañía
Una investigación publicada en The Journal of the American Osteopathic Association decidió responder a la pregunta de qué es más eficiente para nuestra ejercitación, el estar solo o preferir una compañía. Los investigadores estudiaron el impacto en la calidad de vida de seguir rutinas de ejercitación física en soledad o en grupo.
Para dar cuenta de esta hipótesis llevaron a cabo una evaluación liderada por Dayna Yorks, especialista del Centro Médico Lankenau, en Pensilvania. Este estudio abarcó a 69 estudiantes de medicina específicamente, que es el grupo de estudiantes que se ha relacionado con manejar altos niveles de estrés.
Los universitarios se dividieron en dos grupos según el tipo y la manera de entrenamiento que adoptaron durante 12 semanas. Al final de cada mes, los participantes completaron una encuesta en la que calificaban sus niveles de estrés percibido y la calidad de vida en tres categorías: mental, física y emocional.
Los resultados de la investigación: entrenar acompañado, una forma de motivación
Los resultados fueron contundentes. Aquellos que participaron en el ejercicio grupal mostraron grandes mejoras en los parámetros medidos, un 12,6% se atribuyó al progreso mental, un 24,3% a la salud física y un 26% de mejora en el aspecto emocional. También informaron una reducción del 26,2 % en los niveles de estrés percibidos.
Mientras que aquellos que lo hicieron individualmente arrojaron que pese a ejercitarse el doble de tiempo (y de elegir la modalidad de entrenamiento) solo aumentaron un 11% la calidad de vida mental. "Los beneficios comunes de reunirse con amigos y colegas y hacer algo difícil, mientras se animan mutuamente, rinde dividendos más allá del ejercicio solo", explica Yorks.
Así es que la próxima vez que asistas al gimnasio y te sientas desmotivado, quizás la solución sea buscar un compañero, de manera que las risas y los intercambios entre series sean algo habitual dentro de tu rutina de ejercicios.