De todos depende el cuidado del suelo
Mañana se celebra el Día de la Conservación del Suelo, y la efeméride resulta un muy buen momento para reflexionar acerca de la importancia de proteger y de preservar este recurso finito. Conservar la productividad del suelo debe ocupar un lugar cada vez más importante en el pensamiento de la sociedad y de los que gobiernan, ya que de él depende el sustento de toda la humanidad
El mes de julio está relacionado a todo lo concerniente al campo, debido a que se celebran dos días fundamentales a la hora de producir alimentos. El 2 se conmemora el Día Nacional de la Agricultura; y el 7, el de la Conservación del Suelo.
Si nos abocamos específicamente a lo que se conmemora, resulta fundamental señalar que la agricultura y la conservación del suelo van de la mano. Huelga decir que para que se pueda seguir produciendo alimentos para los más de 9.000 millones de habitantes que tiene el mundo se necesita conservar el suelo, mediante la utilización de herramientas y de tecnología que permitan llevar a cabo una agricultura sustentable.
Estas fechas nos deben dar la oportunidad para reflexionar sobre su importancia y sobre la urgente necesidad de producir protegiendo el suelo como un sustrato fundamental a la hora de desarrollar esta tarea.
El suelo es mucho más que la capa superficial de la tierra. Es el fundamento de la vida en nuestro planeta, sustentando la agricultura, regulando el clima y manteniendo la biodiversidad.
Siempre debemos destacar la importancia de los recursos naturales y la necesidad que existe en la sociedad de que el suelo y el agua sean conservados adecuadamente, ya que son recursos fundamentales para llevar adelante cualquier cultivo, sobre todo en los sistemas productivos actuales que tenemos en el país y en nuestra región NOA.
Se trata de recursos finitos, debido a lo cual si queremos seguir produciendo resulta necesario cuidarlos. Pero no solo por una cuestión productiva, sino también por una cuestión ambiental que beneficia a la sociedad en su conjunto.
Conservar la productividad del suelo debe ocupar un lugar cada vez más importante en el pensamiento de la sociedad y de los que nos gobiernan, ya que el suelo y los recursos naturales son básicos para producir alimentos para toda la humanidad. En este sentido las ciencias relacionadas con la producción agrícola ganadera siguen trabajando para lograr solucionar los problemas de mantenimiento y mejoramiento del suelo productivo. Para que esto suceda -sobretodo, porque la sociedad en general depende absolutamente de la producción del suelo para su existencia-, todas las personas deben participar de esas responsabilidades.
La tierra productiva es la base para cualquier sistema productivo que se quiera realizar, y esto deben entenderlo los productores, los científicos y la sociedad en su conjunto.
En nuestra provincia de Tucumán y en la región del Norte del país muchos de los cultivos que se hacen ya usan tecnología y manejos que permiten proteger los suelos, buscando llegar al invierno con suelos que tengan suficiente rastrojos en superficie o sembrar algún cultivo que lo cubra durante este período.
Es por ello que, en estos casos, los cultivos de invierno pueden tener un doble propósito: permite la conservación de suelos y, a la vez, apunta a la cosecha del cereal o la legumbre (trigo y garbanzo).
Todo cultivo en la que se usen prácticas conservacionistas, integrados a la rotación y a las obras que se puedan realizar en el campo, pasan a formar parte del sistema de conservación de suelos. Con lo cual, al mismo tiempo se están tomando recaudos por eventualidades que pudieran ocurrir en la época del año en que vuelven las lluvias.
El suelo agrícola configura el soporte más sólido de la economía argentina, así como de su expansión futura y que, consecuentemente, la conservación de nuestro recurso natural básico es imprescindible para garantizar el bienestar de todos los habitantes de la nación.
En la región
Este designio tiene actualmente más vigencia que nunca en la Argentina y, particularmente, en nuestra región. En esta parte del país, diversas situaciones -originadas, principalmente, por causas antrópicas- generaron problemas ambientales graves, los cuales están asociados a modelos productivos basados en obtener los mayores beneficios económicos en el menor tiempo posible; pensados en el corto plazo.
La degradación de los suelos en nuestra región es causada, principalmente, por el monocultivo de diferentes cultivos, la deforestación, el sobrepastoreo y el pobre manejo del suelo y el agua (escorrentía y riego), por algunos subproductos contaminantes de la industria y otros, que reducen su capacidad productiva y disminuyen su condición para la producción de alimentos.
Por suerte en la región tenemos productores, profesionales y organismos técnicos que día a día trabajan para conservar el suelo y para encontrar herramientas en el manejo de los cultivos.
En definitiva cuidar el recurso suelo nos permitirá un futuro certero en la que producir alimentos con una agricultura sustentable sea permanente en todos aquellos que de alguna manera están relacionado a la producción agropecuaria.