Cuando pensamos en ejercicios para mejorar la memoria pueden venirse a la cabeza operaciones matemáticas o una lectura algo desafiante. Pero a veces el optimizar nuestra capacidad de recuerdo no depende de retos propios para el cerebro, si no de actividades que parecieran ni siquiera utilizarlo.
Un estudio provisto por la neurociencia dio cuenta de que nuestro cerebro muchas veces no ejercita de manera “directa”. En ocasiones, las estrategias para mejorar la memoria no se encuentran en memorizar frases u operaciones y para potenciar nuestro capacidad de enfoque, concentración y bajar los niveles de estrés solo debemos hacer un pequeño ejercicio que puede realizarse en cualquier lado.
¿Cuál es el ejercicio que mejora la memoria y “no utiliza” el cerebro?
Aunque no lo creamos este “descerebrado” ejercicio es el caminar. Así como esta actividad resulta beneficiosa para la salud e idónea para disfrutar del aire fresco del que a veces nos privamos por encerrarnos en casa, también pareciera ser ventajosa para nuestras funciones cognitivas, según la neurociencia.
Lejos de ser una actividad solo física, caminar trabaja múltiples regiones de nuestro cerebro y desencadena una cascada de beneficios neurológicos. Un estudio publicado en el “Proceeding of the National Academy of Sciences” descubrió que las caminatas ligeras tienen efecto en nuestra memoria. Estas aumentan el tamaño del hipocampo, una región del cerebro crucial para la formación de la memoria y la navegación espacial, esencial para movernos en los espacios de las plazas y parques.
Los beneficios de caminar para la memoria
La investigación puso a prueba una muestra de participantes a los cuales se les indicó caminar regularmente por 40 minutos tres veces a la semana. Este nivel moderado de ejercicio provocó un aumentó del volumen del hipocampo en un 2% en tan solo un año, lo que resulta sumamente alentador ya que esto significa una reversión de la pérdida de memoria equivalente a dos años.
Los estudios dieron cuenta que no es necesario una maratón a toda velocidad para mejorar nuestra memoria. Con una mínima caminata con un compañero ya podemos exigir lo suficiente a nuestro cerebro. La investigación dio cuenta de que una caminata al mediodía puede provocar nuevas conexiones entre las células nerviosas y promover el crecimiento y reproducción de las mismas, reforzando las capacidades de nuestro cerebro.