Esfuerzo, perseverancia y deseo de ser profesionales: las historias que dejó el Abierto del Norte

En la cancha Country del Jockey Club se llevó a cabo la tercera y última fecha de la categoría aficionados.

MÁXIMA CONCENTRACIÓN. Guillermina Acosta tuvo una correcta actuación y se quedó con el mejor score gross de damas. MÁXIMA CONCENTRACIÓN. Guillermina Acosta tuvo una correcta actuación y se quedó con el mejor score gross de damas. Foto de Inés Quinteros Orio/LA GACETA.

Las sonrisas y las emociones se hicieron sentir desde temprano en la tercera y última fecha de la 57ª edición del Abierto del Norte para aficionados. Mientras algunos golfistas aprovechaban para relajarse y almorzar en el bar del Jockey Club, otros se concentraban en anotar cuidadosamente sus puntajes. El reloj marcaba las 17.40, y el rayo del sol apuntaba directo al hoyo número 9. Allí cerraba su participación Guillermina Acosta, quien alcanzó 214 golpes y se quedó con el mejor score gross de damas.

“¿Ganaste al final?”, le preguntó desde la distancia el puertorriqueño Armani Pérez Hernández a la joven promesa de 18 años. A pesar de tantas horas de juego, “Guille” vivió a pleno el cierre, como si recién hubiera pasado por el tee de salida.

“Mis papás y mi hermano están felices. Ahora, dentro de un mes, me voy a jugar un torneo nacional en Bahía Blanca. Quiero ser profesional y jugar en un PGA Tour”, aseguró Acosta, quien se quedó con la etapa clasificatoria del Ford Golf Invitational y, de esta manera, podrá disputar la final durante la primera semana de diciembre en Buenos Aires.

Tan perfecta fue su performance que cualquier espectador podría imaginar que siempre se dedicó a la disciplina. Sin embargo, antes de triunfar en el deporte de origen escocés, Acosta probó otras actividades. “Nadie en mi familia jugaba al golf. Empecé a los 10 años después de dejar el hockey en Tucumán Rugby”, explicó “Guille”, quien también recordó a su mentor en la disciplina: César Monasterio. “Todavía no pude contarle que gané porque estaba jugando un torneo en Las Yungas. Sin dudas, él es mi referente”, cerró con una sonrisa la golfista.

Otro de los protagonistas que participó en la última fecha de aficionados y lleva sangre “Verdinegra” es Federico Pasquini. El ex fullback de Tucumán Rugby logró 65 golpes y se quedó con el premio al mejor neto de caballeros. Pese a ese gran resultado y posterior clasificación a la final de Buenos Aires, “Fede” intentó restarle importancia al asunto. “Fue divertido. Juego solamente los sábados, así que no soy muy golfista”, advirtió Pasquini, quien dio detalles de esa sorprendente y curiosa declaración.

“No fue mi deporte principal en la vida, pero siempre lo jugaba. Y ya a mi edad no me queda mucho, así que me junto con un grupo de amigos los sábados por la mañana. Hice rugby toda mi vida, pero tuve que dejarlo porque me rompí los ligamentos cruzados, tanto el anterior como el posterior, y tuve cuatro operaciones. Quedé imposibilitado, y ahí empecé a jugar al polo”, agregó Pasquini sobre su otra pasión: los caballos.

CONTENTO. Federico Pasquini recibe el premio por haber sido el mejor neto de caballeros. CONTENTO. Federico Pasquini recibe el premio por haber sido el mejor neto de caballeros.

“El polo es como una forma de vida. También trabajo en la cría de caballos de polo con un socio en San Luis y otro acá en Tucumán”, explicó el deportista que, a pesar de tener pocas prácticas, triunfó en la jornada de aficionados. “Calculo que, dedicándole más tiempo, podría jugar un poco mejor. Mis papás también jugaban al golf en el Jockey Club, y por eso es lindo estar acá. Este torneo es lo más importante del año, tanto para los amateurs como para los profesionales. Al ser tres días de competencia, requiere más concentración”, analizó.

A unos metros de Pasquini, con una gorra blanca y con la copa en la mano, Emanuel Núñez no dejaba de recibir felicitaciones. El golfista de 19 años concretó 222 golpes y se quedó con el mejor score gross de caballeros.

“Estoy muy feliz por haber ganado. Hace como dos semanas gané también el Audi quattro Cup. Estoy jugando muy bien”, explicó Núñez, quien ya conquistó dos torneos en menos de una semana.

“Ema” recordó sus inicios en el deporte y también el momento en el que tuvo que abandonar el golf. “Empecé a jugar desde chico por mi papá Julio, que es un gran jugador. Pero tuve que dejar a los 12 años por los estudios, y el año pasado regresé a las canchas”, aseguró Núñez, quien sueña con ser profesional. Tal es así que dejó de asistir a las reuniones con amigos para cumplir su sueño.

“Siempre tuve esas ganas de jugar, pero no tenía palos, así que le dije a mi papá, que es mi referente. Sé que debo ir paso a paso, pero quiero llegar a ser profesional. A veces evito algunas salidas con amigos y trato de comer sano, todo para rendir adentro del campo. Quiero dedicarme a esto y llegar lejos. Ellos (mis amigos) me entienden”, afirmó el flamante campeón de los aficionados.

CON LA COPA. Emanuel Núñez posa contento tras ganar su segundo título en menos de una semana. CON LA COPA. Emanuel Núñez posa contento tras ganar su segundo título en menos de una semana.

En cuanto a la experiencia, es necesario mencionar a Roberto Contini. El golfista conquistó la categoría Senior con 214 golpes. “Tengo dos pasiones: el golf y el fútbol. Al segundo ya no lo juego porque, desde que aprendí golf, nunca más lo dejé. Esto me atrapó y largué todo. Lo más lindo de este deporte es que no lo puedes dominar nunca. Un día sos Lionel Messi y al otro te sentís el peor. Es demasiado dinámico”, aseguró Contini, quien recordó con cariño los buenos momentos que le dio el golf. “Si tengo que remontarme a buenos momentos, te diría cuando disputé el Campeonato Nacional que organizaba Peugeot en Buenos Aires”, dijo Roberto, padre de los también golfistas Martín y Francisco.

Más allá de que no todos fueron ganadores, los participantes no ocultaron su satisfacción al practicar el deporte que más aman. Ese mismo que los atrapó desde el primer swing, llevándolos a dejar atrás otras disciplinas para dedicarse de lleno a su verdadera pasión.

“Soy jujeño y trabajo desde hace 10 años en Tucumán como profesor de tenis. Ya no estoy ejerciendo esa profesión porque el golf me atrapó por completo. Enseñaba en San Pablo, que tenía el driving al lado de la cancha, y me invitó el profesor Agustín Jauretche”, dijo Gabriel Esteban García. “A los tenistas, el swing que tenemos con este deporte nos juega a favor en el golf, y por eso me resultó un poco más fácil al principio. Sin embargo, después, cuando uno va bajando el hándicap y tiene más información, a veces empiezas a subir y a bajar. Lo cierto es que es un viaje de ida, y no encontré otro deporte que me apasione más”, dijo el jujeño, quien, más allá de su desempeño, se mostró conforme con participar en una nueva edición del Abierto del Norte.

FELIZ. Gabriel Esteban García dejó el tenis por amor al golf. FELIZ. Gabriel Esteban García dejó el tenis por amor al golf.

“La mayoría de los tenistas se están inclinando por el golf. Todos los que prueban este deporte se quedan atrapados. Se disfruta mucho de este torneo, y más con un día como hoy. Sobre todo cuando viene gente de afuera”, concluyó García, quien no ocultó ni un segundo su sonrisa, esa misma que predominó en la cancha del Country del Jockey Club.

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