Droga con destino a Yerba Buena: ¿quién es el dueño de los 110 kilos de cocaína?

Se investiga si la familia detenida integraba una banda o si fue contratada como “mulas” para llevar la droga. Seguirán detenidos.

EN PLENA TAREA. Dos gendarmes trabajan desarmando una rueda donde estaba parte de los 110 kilos de cocaína que fue secuestrado. EN PLENA TAREA. Dos gendarmes trabajan desarmando una rueda donde estaba parte de los 110 kilos de cocaína que fue secuestrado.

¿Integrantes de una organización que se dedicaba al tráfico de cocaína a gran escala o meras ‘mulas’ que fueron contratadas por un narco? Esa es la pregunta que se hacen los investigadores por el secuestro de 110 kilos de esa droga que habrían tenido destino final Yerba Buena. Un interrogante que tendrá su respuesta cuando se profundice la pesquisa que, como sucede en la mayoría de los casos, muy pocas veces llega a su punto final o tarda mucho tiempo.

Esta historia comenzó a escribirse el 6 de septiembre en la localidad salteña de General Pizarro. En un control de rutina, personal de Gendarmería Nacional detuvo dos camionetas Toyota Hilux porque tenían un andar irregular. En el control, observaron que las ruedas eran de un tamaño anormal y que sus ocupantes estaban nerviosos. Decidieron hacer una requisa y allí encontraron 110 kilos de ese estupefaciente. Fueron aprehendidos Hugo Gregorio Márquez (63 años), su pareja Alicia Lidia Molina (70) y el hijo de la última, Sergio Alberto Rodríguez (35). A los tres les dictaron prisión preventiva.

¿CENTRO DE ACOPIO? La casa donde residía la pareja detenida. ¿CENTRO DE ACOPIO? La casa donde residía la pareja detenida.

La droga, al parecer, tenía como destino una vivienda de Yerba Buena. Esa casa podría haber sido utilizada como centro de acopio para luego comercializar. En la frontera, el valor de lo secuestrado ascendería a los U$S 385.000. 

Preocupación

Los acusados no tienen antecedentes. No aparecen vinculados a una causa por droga ni a ningún otro tipo de delito. Lo que generó sorpresa entre los investigadores es la edad de la pareja que llevaba droga. Él, que dijo ser corredor inmobiliario, pero que no está registrado, y ella es jubilada, beneficio al que había accedido por tener un serio problema de salud.

Utilizar personas mayores para trasladar sustancias es una modalidad que está en pleno auge. “¿Quién podría prestar atención a dos jubilados que transitan en un auto?”, se preguntó un gendarme.

Hasta Hollywood se encargó del tema. El genial Clint Eastwood dirigió y dio vida al protagonizar a Leo Sharp en la película “La Mula”. El filme cuenta la historia del veterano de la Segunda Guerra Mundial de 80 años que comenzó como un simple empleado y terminó trasnformándose en una de las “mulas” más importantes del cártel de Sinaloa. Fue atrapado en 2011 cuando transportaba 200 kilos de cocaína. En el juicio de la ficción, quedó al descubierto que el octogenario había decidido realizar esos viajes por las dificultades económicas que padecía. Fue condenado a tres años de prisión, recuperó la libertad en 2015 y falleció al año siguiente.

“Con la crisis social que se vive actualmente, a los narcos les resulta mucho más fácil conseguir personas que estén dispuestas a trasladar droga a cambio de dinero”, explicó el abogado penalista Juan Colombres Garmendia.

“En Salta, ante el mayor control en los pasos fronterizos, los bagalleros están dedicándose a trasladar cocaína. Esa es la razón por lo que ahora todo el mundo habla de los ‘narcomochileros’”, añadió en una entrevista con LA GACETA.

Si se confirma esta teoría, no será la primera vez que un caso así queda al descubierto. El año pasado, una joven denunció que policías le habían robado la droga que trasladaba para un tercero que le había pagado U$S 400 para traer desde Orán nueve kilos de cocaína.

Dijo que a raíz de esa situación, los dueños de la sustancias la habían secuestrado y amenazado con matarla si no les devolvía la sustancia. Mientras el caso era investigado, la denunciante se fue de la provincia para evitar nuevas represalias. Al parecer, decidió refugiarse en Orán, localidad salteña a la que conocía muy bien y en la que residen personas que prometieron protegerla.

Las dudas

Los pesquisas no descartan que los acusados hayan sido contratados como mulas. Pero desconfían de un detalle: la vivienda donde supuestamente podrían haber trasladado la droga. El lugar parecía ideal: está ubicado a 100 metros del shopping de El Portal, donde se registra un importante movimiento de personas. Además, la casa no sólo estaba preparada para mantener alejadas las miradas de los curiosos, sino que además contaba con cámaras de seguridad con la que se puede observar los movimientos en toda la cuadra.

Otro dato que no es menor. Al menos una de las Toyota Hilux modelo 2019, valuada en más de $16 millones por la Dirección General de Rentas, está a nombre de la mujer detenida. Normalmente, los narcos entregan a las “mulas” vehículos a nombre de terceros.

Los vecinos, muy temerosos, no pudieron precisar si los detenidos eran propietarios o meros inquilinos. Sólo dijeron que se los veía de vez en cuando y que nunca habían observado que ocurriera nada extraño. El rondín, que tiene una garita al frente del domicilio, directamente no quiso hacer declaraciones a LA GACETA.

El penalista Aníbal Paz está acostumbrado a recorrer los pasillos de los tribunales salteños. “Por supuesto que llama la atención un caso de estas características. Pocas veces se ve a dos adultos mayores en camionetas de alta gama transportando estupefacientes. Ahora bien, hay que ver sí realmente el hallazgo fue así o si alguien está detrás de todo esto”, explicó. “Salvo que sea algo muy preparado y pensado, la respuesta la pueden tener los teléfonos celulares”, finalizó.

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