02 Octubre 2024
Lisandro Catalán
Lisandro Catalán
Vicejefe de Gabinete de la Nación
Después de un largo debate, la Boleta Única Papel (BUP) fue finalmente convertida en ley por el Congreso de la Nación. La implementación de este instrumento de votación se inscribe en un conjunto de reformas que son esenciales para modernizar, simplificar y contribuir a la transparencia del sistema electoral argentino.
La BUP iguala y brinda las mismas oportunidades a todos los espacios políticos que participan en los comicios; garantizando así la igualdad para todos los partidos que no pueden afrontar los costos y la logística que implica la fiscalización.
También fomenta la transparencia de los procesos electorales, evitando el robo de boletas y el uso del dinero otorgado por el Estado a los partidos para fines ajenos a la impresión, como lo demuestran diversas investigaciones judiciales.
Con este esquema, terminamos con el negocio de los sellos de goma y damos un paso más hacia una legislación seria, que nos permita ordenar el sistema electoral y tener una cantidad lógica de partidos en todo el país. Hoy, Argentina tiene más de 779 espacios políticos habilitados para competir en las elecciones nacionales, de los cuales 730 son de distrito y 49 de orden nacional.
Por otro lado, la implementación de la BUP reducirá significativamente el costo que representan los comicios para el Estado Nacional. Es preciso recordar que, en las elecciones de 2023, el Gobierno destinó más de 16.000 millones de pesos en concepto de aportes de boletas a los partidos políticos. Si tomamos en cuenta la experiencia de la provincia de Córdoba –donde ya rige este sistema–, podríamos alcanzar un ahorro de alrededor del 50% en el costo total de las impresiones de boletas respecto al actual método de votación.
Asimismo, en Latinoamérica sólo Argentina y Uruguay mantienen la vigencia de la boleta partidaria. Más del 90% de los países del mundo votan con algún tipo de Boleta Única que, sin lugar a dudas, es una tendencia que se consolida con cada vez mayor fuerza en todo el mundo, más allá de las particularidades del sistema de votación de cada país.
En definitiva, a casi 41 años del retorno de la democracia, la transparencia electoral y el uso eficiente de los recursos públicos se convirtieron en bastiones para la sociedad en su conjunto. La articulación a lo largo de estas cuatro décadas entre el Poder Ejecutivo Nacional, la Cámara Nacional Electoral y los juzgados federales con competencia electoral son los pilares de este sistema que se puede robustecer y perfeccionar.
Tema transversal
La optimización del sistema electoral es un tema transversal a toda la dirigencia. Lejos de las propias mezquindades partidarias, es de destacar el aporte de cada uno de los sectores en la concreción de un proyecto superador que nos permite hoy alcanzar consensos acordes a la realidad.
Espero que este esfuerzo para lograr un sistema electoral más moderno y eficiente sea acompañado por las provincias para implantarlo en todas las categorías. Quiero enviar un mensaje especial a Tucumán, para que también siga este camino de modernización del sistema.
En este tiempo histórico, la clase política más que nunca tiene la responsabilidad de oír las demandas de la ciudadanía en términos de transparencia y trabajar incansablemente en el uso eficaz de los recursos públicos. La implementación de la Boleta Única Papel es una gran contribución a ello.
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